Tan solo por recordarlo

Amé como pocos han amado

con pasión y con locura,

con infinita ternura.

***

Con el cuerpo y con el alma

y todos mis pensamientos.

***

Con la piel, con la carne y los huesos

sintiendo vibrar mi ser

de solo pensar en él.

***

Viví con él los momentos

más felices y más tristes.

Los que la pasión nos dicta

haciéndonos pervertidos

en la intimidad soñada.

***

Hoy, al cabo de los años,

con mis huesos doloridos

y la piel ya tan marchita,

pienso en aquel ayer, tan intenso

y verdadero; aunque a veces tan fugaz…

***

¡Valió la pena vivirlo, Dios!

Tan solo por recordarlo.