La mañana perdidaOctubre 10, 2002 |
Eché a perder la mañana, con un grito sordo y sin piedad.
Eché a perder la mañana, que parecía impacible en la eternidad.
Hice rodar por la tierra los sueños, la risa y la pasividad,
Se destrozaron las copas de árboles viejos que daban su sobra al posar.
Nada más que un grito de rabia, y se fue...
Un grito escapado del infierno, rompió mi mañana esta vez.
Quedé atrapado en las sombras temibles y enfermas de la oscuridad.
Mi corazón quedó preso entre nieblas de miedo y culpabilidad.
Nada más que un grito, histérico, y todo se fue al carajo!
Un grito escapado del infierno... rompió mi mañana, y se fue...
Volverá otra mañana, lo sé, romota o cercana, a resplandecer,
pero esta que he roto, está muerta
y no puede volver.