Una fiesta en honor a la Virgen de la Caridad

Este domingo 7 de Septiembre, Clipsia celebrará en su casa, como todos los años, una fiesta en honor a la Virgen de la Caridad del Cobre. Un gran numero de amigos y parientes ya han sido notificados, otros no necesitan que les recuerden de este encuentro anual al que siempre asisten, el resto queda automáticamente invitado a través de este aviso.




Armando Acosta  (09-04-2003)

Cuenta la tradición que en una mañana de 1628 salieron de Barajagua a la bahía de Nipe a buscar sal, dos indígenas, de apellido Hoyos y un esclavo negro de diez años de edad. Llegados a este lugar vieron que era imposible recolectar la sal por lo agitado que estaba el mar. Buscaron refugio y al cabo de tres días pudieron embarcarse en una canoa y dirigirse a las salinas de la costa. No hacía mucho que navegaban, cuando descubrieron sobre las olas un objeto blanco, que se imaginaron sería el cadáver de alguna ave marina. Sin embargo advirtieron con gran sorpresa que el objeto flotante era una imagen de la Virgen María colocada sobre una tabla. Tomaron la imagen depositándola en la canoa y leyeron en la tabla una inscripción que decía: "Yo soy la Virgen de la Caridad". Llevaron la Virgen en la canoa y luego de recoger la sal, volvieron a Barajagua donde ya había llegado la noticia del hallazgo. La imagen fue trasladada al altar mayor de la iglesia parroquial, donde un hombre de fe llamado Marías de Olivera ofreció dedicarse a su servicio. El 10 de mayo de 1916, el Papa Benedicto XV, la proclamó Patrona de la isla.

La Virgen de la Caridad ha sido testigo de una gran devoción por parte de los cubanos, como ha sido testigo también de la tragedia familiar provocada por la continua ola de emigración de cubanos hacia los Estados Unidos, a partir de 1959. Una de las víctimas de esa tragedia fue la Señora Clipsia Wong (mi madre) quien quedó sola en suelo patrio después que sus dos hijos desertaran en 1992.

Todos los recursos legales para su salida fueron agotados, incluido un visado a Perú que venció por el hostinado empeño del gobierno cubano en no dejarla salir del país. Entonces Clipsia se encomendó a la Virgen de la Caridad.

"Si tú me dejas reunirme con mis hijos de nuevo" - Imploró - "yo te prometo que todos los años te celebraré una fiesta por todo lo alto, no importa cual sea la situación económica en la que yo me encuentre en esos momentos".

El milagro fue concedido... y la promesa, cumplida.

A partir de entonces, todos días siete de Septiembre, Clipsia ofrece una gran fiesta en agradecimiento a la milagrosa Virgen de la Caridad del Cobre. Todos están invitados, a todos se les ofrece la oportunidad de expresar su devoción a la santa patrona de Cuba e implorar por sus propios deseos... Seguramente, como a Clipsia, también les serán concedidos.

Naturaleza del evento

La del domingo no es una fiesta religiosa, mucho menos un "toque de santo". Es una fiesta como cualquier otra, con música, comida, bebestibles y muchos amigos de todas las edades, incluyendo niños (naturalmente, acompañados por sus padres).

Lo que la hace diferente es la motivación: la festejada de honor es la Virgen de la Caridad del Cobre. Por esa razón habrá un altar confeccionado por mi madre, la anfitriona, con las imágenes y atributos, tanto de la Virgen de la Caridad como de la Virgen de Regla, y he aquí un curioso dato folklórico: Según la tradición, el día 6 se debe celebrar a la Virgen de Regla, pero el día siguiente toca la celebración a la Virgen de la Caridad, que es a quien festejaremos. Sin embargo, no es bueno dejar de agasajar a la primera pues pudiera sentirse celosa de su hermana... por esta razón se le permite compartir el altar durante la fiesta del día 7... Curioso ¿verdad?


Los invitados comienzan a llegar a partir de las ocho de la noche, hay música y pertrechos para pasarla bien. A las 12 de la noche, la anfitriona enciende la primera vela, tras lo cual los fieles van hacia el altar a encender las suyas (todas disponibles en el mismo altar, no tienen que traer velitas de sus casas). Es un momento de devoción religiosa en que cada cual se concentra en sus propias peticiones a la Virgen, molestados tan solo por el camarógrafo (o sea, yo, que no enciendo velitas).


A la ceremonia como tal asisten solo quienes lo desean, el resto continúa disfrutando de la fiesta, que no se detiene. De hecho, a fiestas anteriores han asistido personas no religiosas o adscriptos a otras religiones donde no figura la Virgen de la Caridad como deidad. En ese sentido, nuestra fiesta tiene un espíritu absolutamente democrático.

Típicamente todo termina a las dos de la madrugada aproximadamente, pero dada la presencia de unos ciertos amigos nuevos con costumbres bastante noctámbula, presiento que esta vez vamos a acostarnos un poco más tarde... no obstante, la música estridente va a cesar poco después de las 12:00 porque no nos gusta molestar a los vecinos... y además ¿Para qué están la guitarra y el piano?


Antecedentes

El record más viejo que conservo de estas fiestas anuales en mi casa, data de 1997. En aquella ocasión vivíamos en la Pequeña Habana, el pequeño altar se improvisó en el mismo mueble de mi computadora... una solución sui generis sin lugar a dudas.


En el 2000 ya nos habíamos mudado para Les Chales, con más espacio disponible en nuestra nueva casa, pudimos improvisar una especie de capilla utilizando un pequeño cuarto que normalmente se utiliza como oficina.


El año pasado (2002) la festividad gozó de amplia cobertura, se hicieron muchas fotos y tomas de video digital que luego sirvieron para confeccionar un material de 45 minutos copiado finalmente en VHS y DVD. Algunas copias de VHS se hicieron llegar a amigos nuestros en Cuba y España.


También se confeccionó un álbum de fotos con abundante texto, cuya "copia blanda" (formato de Microsoft Word) puede bajarse desde este mismo sitio (Ver sección Download")... el fichero es bastante grande, 14 MB, más que una conexión rápida, va a necesitar un poco de paciencia).


Los esperamos

Este año también habrá video y fotos, además de una amplia cobertura en este sitio por supuesto. Dicho sea de paso, la cámara de video digital que utilicé el año pasado, me la prestó mi tía Maria, este año será Juaqui quien me la preste... aún no me he tenido oportunidad ($$$) de comprar la mía, tal vez para la próxima.

No se limiten en traer todo tipo de suministros comestibles y bebestibles. Personalmente me gusta el Johnnie Walker de etiqueta negra, pero el de etiqueta roja me lo tomo igual, detesto la cerveza "corona", la "presidente" está baratísima y es muy buena. Por supuesto, nadie está obligado a traer nada, es solo una sugerencia. Eso sí, no olviden traer toda su alegría y las buenas ganas de pasarla bien... si tienen planes de emborracharse y dar la nota, mejor se quedan en sus casas.

En el momento de redactar estas notas, compruebo inequívocamente que el patio de mi casa es particular y que se llueve y se moja como los demás... pero para eso también hay remedio, ya que Juaqui nos ha prestado una carpa que nos amparará de tales inclemencias el domingo, si es que las hay... (¡y es muy probable que las haya!). Además, el patio es solo una opción, mi casa entera estará a disposición de los invitados ese día.


-- ¡Los esperamos! --


                                                

Miami / USAmail@armandoacosta.comInicio