Armando Acosta (12-29-2005) Esta vez no hubo sorpresas, esperaba a un ángel y un ángel me trajiste ¿Cómo hablarle a un ser santo cuya bondad brilla evidente en sus ojos? No lo sé, tal vez por eso no crucé palabras con tu madre en esta tarde lluviosa de sonajeros en el patio. |