Qué frágil es la vida




Armando Acosta  (04-13-2010)

Qué frágil es la vida. ¿De qué sirven las emociones si no es para derrochar la materia escasa que hay en el alma?

Algo así era; venía escribiéndolo en el aire mientras manejaba de regreso a casa, como todas las noches. Subí la rampa de la autopista en cuarta, me apresuré a pasar los coches que zumbaban por mi flanco izquierdo a fin de ganar ese carril antes del "merge" que hay pocos metros más adelante. Todas las noches tengo que hacer esa maniobra y siempre me da un poco de susto hacerla.

Gané por fin el carril y... "qué frágil es la vida" —pensaba— "¿no es mejor poner cuán en lugar de qué?". Pisé el embrague para hacer con la palanca de cambios ese movimiento arrevesado que media entre la cuarta y la quinta, tan arrevesado que en lugar de quinta puse primera... ¡a 90 kilómetros por hora!

Definitivamente frágil, es esta vida. Antes de soltar el embrague me di cuenta de mi error y puse la quinta correctamente, gracias a lo cual puedo daros cuenta de lo acontecido. Y creo que sí, definitivamente "cuán" suena mejor que "qué".


                                                

Miami / USAmail@armandoacosta.comInicio