Grabado en Madrid entre noviembre de 1985 y enero de 1986
Producción: Silvio
Grabación: Santiago Coello y Jerzy Belc
Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía, oh alma querida
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el ahora o si el todavía.
Pues las causas me andan cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se me viene enredando
poderoso, invencible.
Hoy continué tomando rumbo a mi región
tomando señas, descifrando encrucijadas
mi cuerpo sigue practicando su cuestión
cruje mi hueso y se hace la palabra.
Hoy continué domesticando la razón
llena de asombro ante el día sucedido
proyecto un rápido boceto de la acción
trazo versiones que capturo del olvido.
Por eso canto arena
roca que luego es multitud del agua buena.
Y canto espuma
cresta que cuando logra ser ya no es ninguna.
He puesto filo al anhelante corazón
arrojo estrellas a mecharse contra vientos
el sueño ha desencadenado la canción
y la canción de hoy me sabe a juramento.
La prisa lleva maravilla y lleva error
pero viajamos sobre rueda encabritada
he despertado en el ojo del ciclón
cuento millones de agujeros en el alma.
Por eso canto arena
roca que luego es multitud del agua buena.
Y canto espuma
cresta que cuando logra ser ya no es ninguna.
Hoy continué tomando rumbo a mi región
con dulce látigo de abeja en la conciencia
hoy me perdí amar con planificación
pero gane a lo que partió con la prudencia.
Hoy continué dándole cuerda a mi reloj
con timbre atado sobre número invisible
poco me importa donde rompa mi estación
si cuando rompe está rompiendo lo imposible.
Por eso canto arena
roca que luego es multitud del agua buena.
Y canto espuma
cresta que cuando logra ser ya no es ninguna.
Debes amar la arcilla que va en tus manos
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.
Debes amar la arcilla que va en tus manos
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.
En el borde del camino hay una silla
la rapiña merodea aquel lugar.
La casaca del amigo esta tendida
el amigo no se sienta a descansar.
Sus zapatos de gastados son espejos
que le queman la garganta con el sol
y a través de su cansancio pasa un viejo
que le seca con la sombra el sudor.
En la punta del amor viaja el amigo
en la punta más aguda que hay que ver.
Esa punta que lo mismo cava en tierra
que en las ruinas, que en un rastro de mujer.
Es por eso que es soldado y es amante
es por eso que es madera y es metal
es por eso que lo mismo siembra rosas
que razones de bandera y arsenal.
El que tenga una canción tendrá tormenta
el que tenga compañía, soledad.
El que siga un buen camino tendrá sillas
peligrosas que lo inviten a parar.
Pero vale la canción buena tormenta
y la compañía vale soledad
siempre vale la agonía de la prisa
aunque se llene de sillas la verdad.
Que fácil es agitar un pañuelo a la tropa solar
del manifiesto marxista y la historia del hambre
que fácil es suspirar ante el gesto del hombre
que cumple un deber
y regalarle ropitas a la pobrecita
hija del chofer
que fácil de enmascarar sale la oportunidad.
Que fácil es engañar al que no sabe leer
cuántos colores, cuántas facetas tiene el pequeño burgués.
Que fácil es trascender con fama de original
pero se sabe que entre los ciegos el tuerto suele mandar
que fácil de apuntalar sale la vieja moral
que se disfraza de barricada
de los que nunca tuvieron nada
qué bien prepara su mascara el pequeño burgués.
Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel
viva el que huela a callejuela
a palabrota y taller.
Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir
la caravana en harapos de todos los pobres
desde un mantel importado y un vino añejado
se lucha muy bien
desde una mesa gigante y un auto elegante
se sufre también
en un amable festín se suele ver combatir.
Si fácil es abusar más fácil es condenar
y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar.
Que fácil es protestar por la bomba que cayó
a mil kilómetros del ropero y del refrigerador
que fácil es escribir algo que invite a la acción
contra tiranos, contra asesinos
contra la cruz o el poder divino
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.
Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel
viva el que huela a callejuela
a palabrota y taller.
El mundo entra por la puerta
con mil sabores que no puedo recordar.
Cómo ha crecido lo que miro:
los viejos ruidos ya no sirven para hablar.
Ya descubrí los ascensores,
los cines y las construcciones,
la fosforera y el avión;
y otras cosas que conozco bien,
que cuando niño no sabía observar
(entonces no necesitaba:
con los juegos siempre basta
para comprender).
Crecí parejo como un cielo
lleno de objetos que brillaban con el sol,
como vivir frente a un espejo
y no saberlo hasta tocarme y verme yo.
Y todo crece en cada libro,
en cada cinta, en cada cuento
en cada vista alrededor.
Y es doloroso aprender a vivir:
todo profana la atención vital.
Hay tantas luces en la sala
tanta gente que nos llama
que no se oye nada.
Este pedazo de la historia
es aguerrido para ver y reposar.
Parece que es definitivo
se rompe todo y todo vuelve a comenzar.
De niño te conocí
entre mis sueños queridos
por eso cuando te vi
reconocí mi destino.
Cuando pensaba que ya no iba ser
lo que soñaba de pronto vino.
Tanto que yo te busqué
y tanto que no te hallaba
que al cabo me acostumbré
a andar con tanto de nada.
Cuánto nos puede curar el amor
cuánto renace de tu mirada.
Te conozco
te conozco desde siempre
desde lejos
te conozco
te conozco como a un sueño
bueno y viejo
es por eso que te toco
y te conozco.
Te conozco.
El lago parece mar
el viento sirve de abrigo
todo se vuelve a inventar
si lo comparto contigo.
La única prisa es la del corazón
la única ofensa es tener testigos.
Te conozco
te conozco desde siempre
desde lejos
te conozco
te conozco como a un sueño
bueno y viejo
es por eso que te toco
y te conozco.
Te conozco.
Yo soñé con aviones
que nublaban el día,
justo cuando la gente
más cantaba y reía,
más cantaba y reía.
Yo soñé con aviones
que entre sí se mataban
destruyendo la gracia
de la clara mañana
de la clara mañana.
Si pienso que fui hecho
para soñar el sol
y para decir cosas
que despierten amor.
¿Cómo es posible entonces
que duerma entre saltos
de angustia y horror?
En mi sábana blanca
vertieron hollín,
han echado basura
en mi verde jardín
si capturo al culpable
de tanto desastre
lo va a lamentar.
Anoche tuve un sueño
y anoche era verano
oh verano terrible
para un sueño malvado,
para un sueño malvado.
Anoche tuve un sueño
que nadie merecía
¿Cuánto de pesadilla
quedará todavía,
quedará todavía?
Si pienso que fui hecho
para soñar el sol
y para decir cosas
que despierten amor.
¿Cómo es posible entonces
que duerma entre saltos
de angustia y horror?
En mi sábana blanca
vertieron hollín,
han echado basura
en mi verde jardín
si capturo al culpable
de tanto desastre
lo va a lamentar.
Yo soñé un agujero
bajo tierra y con gente
que se estremecía
al compás de la muerte,
al compás de la muerte.
Yo soñé un agujero
bajo tierra y oscuro
y espero que mi sueño
no sea mi futuro,
no sea mi futuro.
Si pienso que fui hecho
para soñar el sol
y para decir cosas
que despierten amor.
¿Cómo es posible entonces
que duerma entre saltos
de angustia y horror?
En mi sábana blanca
vertieron hollín,
han echado basura
en mi verde jardín
si capturo al culpable
de tanto desastre
lo va a lamentar.
En mi calle hay una acera gris
donde se pegan las miradas
del que mira adonde va.
En mi calle hay un banco que es
tan largo y blanco como el mármol
donde iremos a parar.
Yo no sé por qué son tan blancas
las altas ventanas que miran al cielo.
En mi calle el mundo no habla
la gente se mira y se pasa con miedo.
Si yo no viviera en la ciudad
quizás vería el árbol sucio
donde iba yo a jugar.
En mi calle de silencio está
y va pasando por mi lado
es un recuerdo desigual.
Yo no sé por qué estoy mirando
por qué estoy amando,
por qué estoy viviendo
Yo no sé por qué estoy llorando
por qué estoy cantando,
por qué estoy muriendo
(Silvio Rodríguez)
Te convido a creerme cuando digo futuro
si no crees mi palabra, cree en el brillo de un gesto
Cree en mi cuerpo, cree en mis manos que se acaban.
Te convido a creerme cuando digo futuro
si no crees en mis ojos, cree en la angustia de un grito
cree en la tierra, cree en la lluvia, cree en la savia.
Hay veinte mil nuevas semillas en el valle desde ayer.
Hay restos de desesperados, hay el hombre y la mujer.
Los fierros se fundieron ya
hay paciencia hay que dar más.
Hay un país en rocas y ruinas bajo otro país de pan
hay una madre que camina codo a codo con su clan.
Los fierros se fundieron ya
hay paciencia hay que dar más.
Hay cuatro niños ahora mismo sonriendo en una plaza
y en las trastienda de una bala un militar que no ha dormido
Y aquella linda muchachita vuelve a recortar su saya
sí es importante desde un niño hasta el largo de un vestido.
Los fierros se fundieron ya
hay paciencia hay que dar más.
Yo te convido a creerme cuando digo futuro.
El pintor de las mujeres soles
abandonado en su empecinada claridad.
Hizo su último viaje ya muy solo
sobre el Atlántico
y fue sepultado cuando llegó.
El pintor brilloso como la Luna
con su pelo largo con su barba culta de polvo.
Escupió al cangrejo desde un dibujo
y le puso fecha a su despedida.
Y siguió queriendo aunque no fue amado
ni como ser humano.
Y siguió aprendiendo el camino de la soledad
en todo momento.
Y se fue entre ceras alucinantes
con su pelo largo con su barba culta de polvo.
Descargando gritos sobre las armas
mientras los beatos se persignaban
y el no tuvo iglesias
pero algo de altares al amor
hubo entre sus lienzos.
Y en la fantasía iba platicando su viaje
hacia el universo
El pintor de las enredaderas de luz escribió
sus últimos signos con triste desesperación
Y dejó sus restos a los amigos
y dejó sus restos a los amigos
pidiéndole sólo paredes para sostenerlos
pidiéndole sólo paredes para sostenerlos.
Por el día o por la noche
el pescador sale a la mar.
La mar no le ha puesto horario
aún de navegar.
Boga, boga, boga, vuelve a bogar
boga, boga, boga a trabajar.
Por el día o por la noche
el pescador y su piel
llevan red, llevan anzuelo
y más llevan deber.
Boga, boga, boga, vuelve a bogar
boga, boga, boga a trabajar.
Pasan las horas, pasan días
y se cuentan por meses
y su alegría y su tristeza
la conocen los peces.
De entre sus manos deben ir
cada rincón del porvenir
el rostro de la novia
la mamá o el que nació
el mismo día que partió.
Entonces jura que ahora
si que va a vivir.
Entonces jura que más nunca va a salir.
Que esta vez si es la última
en el mar.
Y pasa el tiempo
y no ve el día de volver.
Y pasa el tiempo
entre peligros sin mujer
y pasa el tiempo
que no deja respirar.
Pero la tierra se acaba
cuando vuelve el pescador
por eso regresa siempre, al mar
su gran amor.
Boga, boga, boga, vuelve a bogar
boga, boga, boga a trabajar.
Y va de océano en océano
con su anzuelo con su red
caiga el rayo o sople el viento
allá es donde se ve.
Boga, boga, boga, vuelve a bogar
boga, boga, boga a trabajar.
Nadie sabe como sueña
como sueña un pescador
cada vez que cobra presa
allí tiene su amor.
Boga, boga, boga, vuelve a bogar
boga, boga, boga a trabajar.
El pescador lleva a bordo
una palma y un amor.
El amor lo hala del fondo
la palma del corazón.
Disfruté tanto tanto cada parte
y gocé tanto tanto cada todo
que me duele algo menos cuando partes
porque aquí te me quedas de algún modo.
Ojalá nunca sepas cuanto amaba
descubrirte los trillos de la entrega
y el secreto esplendor con que esperabas
tu reclamo de amor que ya no llega.
Anda, corre donde debas ir
anda, que te espera el porvenir.
Vuela,
que los cisnes están vivos
mi canto está conmigo
no tengo soledad.
Si uno fuera a llorar cuando termina
no alcanzaran las lágrimas a tanto
nuestras horas de amor casi divinas
es mejor despedirlas con un canto.
Anda, corre donde debas ir
anda, que te espera el porvenir.
Vuela,
que los cisnes están vivos
mi canto está conmigo
no tengo soledad.
No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.
No hacen falta alas
para ser más bellos
basta el buen sentido
del amor inmenso
no hacen falta alas
para alzar el vuelo.
Si...
Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.
Oh...
Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.
Oh...
No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.
No hacen falta alas
para ser más bellos
basta el buen sentido
del amor inmenso
no hacen falta alas
para alzar el vuelo.
Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.
Oh...
Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.
Oh...
¡Vengan los buenos a comer de este helado gigante!
Comentarios: Héctor Velarde
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Última revisión: 16 de octubre de 1995.