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Armando Acosta
07-11-2008 (03:39 pm)
Definitivamente estamos hablandos de diferentes estress. Tu hablas del estrees "malo" y yo del "bueno" o algo asi.

A ver. La gente de campo suele ser menos estresada que la de ciudad. En el campo se está en contacto con la naturaleza, tao, tao... pero sobre todo, no hay muchas opciones para entretenerse. En la ciudad hay más de la cuenta.

A eso me refiero. No al hombre que está tomando una desición crucial en su vida y obviamente se pone nervioso. Sino a la carga de estress que nos trae el dia a dia en este mundo donde, cada dia, tenemos que escoger desde el cepillo de dientes con que amanecemos hasta el condón con que nos vamos a dormir en "noche buena".

Armando Acosta
07-11-2008 (12:50 am)
Si, Juaqui, creo que tienes razón en eso de las alternativas reversibles. Estamos llenos de ellas, especialmente con las computadoras que han introducido el "undo" en nuestras vidas.

Pero creo que es al revés: las alternativas reversibles producen más estress, no menos.

La reversibilidad hace a las alternativas, no solo elegibles, sino además, "alternables"; no solo se puede escoger entre varias alternativas sino, además, entre los posibles estados, ahora reversibles, de cada una de ellas. La reversibilidad "potencia" las alternativas (matemáticamente hablando).

Y en este punto tengo que aclarar una cosa: El stress de que hablo no es necesariamente el patológico. Creo que todos aquí sabemos qué es estar "estresados" sin estar, necesariamente, enfermos.

Yo creo que produce mucho estress, por ejemplo, ver television con el control remoto en la mano, pasando canales, eligiendo de entre más de 150 posibilidades. Nos falta la paciencia para darle un voto de confianza al programa y esperar a que se desarrolle y se ponga interesante; simplemente pasamos el canal. Lo peor es que esa actitud impaciente (estresada) del televidente ha dado lugar a una television que se tiene prohibido a sí misma "aburrir" y es, por tanto, abrumadoramente entretenida, que es lo mismo que decir, estresante.

Menos estress produce ir al cine (una alternativa menos reversible). Despues que pagamos la entrada y nos sentamos en la sala oscura... vale, podemos irnos, pero no regresar sin volver a pagar la entrada. Por eso lo que hacemos es sentarnos pacientemente y si de momento nos aburre una escena, esperamos pacientemente a que la pelicula se desarrolle y consiga motivarnos.

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En cuanto a Cuba... sí, por supuesto que vivíamos con estress allá; pero, por lo que puedo recordar, con mucho menos.

Yo, por ejemplo, me levantaba a las siete de la mañana, iba en bicicleta al trabajo, a las tres cogía dos guaguas para la CUJAE, regresaba de noche y en tiempo de pruebas finales, me ponía a estudiar toda la madrugada y empataba con el otro día. O sea, actividad no me faltaba (sin contar las recreativas, que eran bastantes), ni responsabilidades tampoco; pero no recuerdo haber estado tan preocupado y estresado como me he sorprendido aqui a veces. Y no creo que sea un problema de sistema político ni de edad ni de responsabilidedes. Creo que es, definitivamente, un problema de saturación de alternativas... especialmente de las "reversibles".

La opción es algo deseable y enriquecedor, por supuesto, pero tiene un costo psicológico: la responsabilidad de elegir. Todo en exceso es malo... y vivimos en un mundo de excesos.

Armando Acosta
07-10-2008 (02:36 am)
"Antes, viente grados centígrados eran veinte grados centígrados. Ahora, son diez... pero se sienten como quince por la humedad". Esto me lo comentó una amiga española hace más de tres años. Ahora veo que lo mismo sucede con el stress, así como con el colesterol: hay del bueno y del malo. Es como decía al principio: vivimos en un mundo lleno de alternativas.

Armando Acosta
07-05-2008 (04:30 pm)
Las responsabilidades no son las únicas causas de stress. Es más, creo que no es la responsabilidad misma quien causa el stress, sino nuestro temor a tomar la dedición incorrecta, es decir, a mal elegir dentro del inmenso número de opciones que tenemos delante. A más opciones, mayor stress.

La vida moderna está llena de opciones, como también está llena de stress, tanto así, que hemos llegado a percibir el stress como un síntoma de desarrollo personal. Cuando vemos a una persona resolviendo un negocio por teléfono mientras almuerza, percibimos a esa persona como "exitosa"; cuando vemos a un jardinero descansando su hora de almuerzo sobre el césped, lo percibimos como un pobre diablo que no ha podido encontrar mejores oportunidades en la vida.

Pero no es solo el trabajo y las responsabilidades. En general, estamos bombardeados de estímulos estresantes. La televisión, la publicidad, el cine.... no en balde me resisto a ver televisión y me cuesta mucho arriesgarme a ver una película nueva, justo por eso, por la violencia visual que hay en el lenguaje cinematográfico y televisivo de hoy: Esa cámara siempre en movimiento (imitando el "home video"), esos cortes abruptos, primerísimos planos, enfoques intencionalmente "malos" (lenguaje prestado de los comerciales). El colmo de violencia visual lo vi en una película donde me partieron la pantalla en tres pedazos para darme tres ángulos de la misma escena, simultáneamente (una escena violenta, por demás).

El stress es uno de los síntomas de "desboque" que caracteriza a nuestro tiempo. No es casual (ni tampoco, intencional) que el cine y la televisión se hayan vuelto tan visualmente violentos; simplemente responden a las demandas de la audiencia. Demandamos stress, nos gusta estar estresados, porque lo percibimos, repito, como síntoma de desarrollo personal.

¿A dónde llegaremos? ¿A volvernos locos todos? ¿O será que ya lo estamos y no nos hemos dado cuenta?

Armando Acosta
06-28-2008 (12:32 am)
Tejuca, tú no padeces de stress; eres de las personas más reposadas que conosco. Cuando yo digo "stress", me refiero a ese estado "eléctrico" (acelerado) en que nos ponemos ante la sensación de que el tiempo no nos va a alcanzar.

Y no es cuestión de adultez. Ese mismo comentario de "yo vivia tan tranquilo(a)" se lo he escuchado a personas de todas las edades y no solo cubanos(as).

Es cuestión de época más bien, o de desarrollo, o (como dices) de opciones... y ahi tocas un buen punto: Las demasiadas opciones generan stress.

Entrando ya en materia, hay que partir de que tener opciones no es una opcion. Es decir, no soy yo quien decido tener más opciones o tener menos. Ni siquiera lo decide nadie; tenemos más opciones aqui/ahora porque el desarrollo de esta sociedad ha conducido a ello.

Yo pienso (desde hace mucho) que ese mismo desarrollo (espontaneo, no guiado) se ha desbocado hasta la exageracion y uno de las exageraciones es la super-abundancia de opciones... que generan stress.

Por ahi va la cosa, creo yo...

Armando Acosta
06-24-2008 (11:57 pm)
"Con lo rico que se vive en España", me decía con nostalgia una señora a quien saludé hoy en el elevador de mi edificio (en Miami) después que notara lo castizo de su acento y le confezara que yo adoro su país.

También hoy, recordaba en amena converzación con un compatriota la tranquilidad con que vivíamos en Cuba; esa sensación de que el tiempo sobraba no importa cuan atiborradas de ocupaciones estuviesen nuestras vidas. "Cuando llamaba a un amigo por teléfono", recordaba yo, "esperaba diez timbrazos antes de concluir que mi amigo no estaba en casa". ¡Diez timbrazos! A ese ritmo transcurría el tiempo por aquel entonces... en aquel lugar.

¿Por qué no pude seguir siendo así? Aquí, ahora, tenemos medios para aprovechar mejor el tiempo; se supone que nuestras vidas son más eficientes ahora que antes. El tiempo, por tanto, debería rendirnos mejor. Pero ocurre todo lo contrario: el tiempo escasea; vivimos cada minuto como si no hubiesen infinitos minutos después de ese. Y es evidente que la culpa no es nuestra, es decir, no puedo creer que todos nos hemos puesto de acuerdo para contraer el stress, así gratuitamente.

O será que el stress no es en verdad un problema, no al menos para los que no han conocido otra cosas que esta vida cuyo pulso se mide en Giga-Hercios.

Ahi dejo el temo abierto. A ver si entre todos encontramos la solución al dilema del stress, o si por el contrario concluimos que no se trata de un problema real sino imaginado (por mi).

                                                

Miami / USAmail@armandoacosta.comInicio