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El imperio más allá del Sol

Capítulo 4: Arturo despierta

Arturo pudo por fin incorporarse, aunque en definitiva no había mucho espacio para moverse en aquella cabina. Se sentía torpe, soñoliento, le costaba trabajo tomar conciencia de la realidad; hubiera sido reconfortante poder contar con la compañía de un semejante pero ese no era el caso, Arturo estaba completamente solo a más de cuatro años-luz de la tierra.

        - ¿Cual problema? - Preguntó en voz alta.

La voz sintetizada respondió de inmediato:

        - No he podido conectar con el circuito planetario. Presumo que no están preparados para recibirnos.

        - ¿Cual es nuestro estatus?

        - Estamos en órbita estable alrededor de Nubea. Tenemos reservas para permanecer así por un lapso de ciento cincuenta y tres años aproximadamente.

        - No, gracias, prefiero bajar ahora mismo.

        - ¿Inicio la secuencia de aterrizaje de emergencia?

        - No, espera...

Arturo flotó sobre su cama para alcanzar la escotilla de vidrio que lo separaba del vacio exterior; desde allí podía divizarse la superficie gris del planeta, tambien algunos accidentes como montañas y cráteres, los casquetes polares, los glaciales como tentáculos blancos, los canales... increiblemente rectos. "¿Qué dia es hoy?", pensó.

        - ¡Fecha!

        - No puedo responder a esa pregunta antes de conectarme con el sistema planetario.

        - ¿Es que no tenemos un reloj a bordo?

        - La fecha de a bordo carece de sentido pues hemos viajado a velocidades relativistas con lo cual se pierde la noción de simultaneidad con la fecha terrestre.

        - Comprendo, pero podrías hacer algún cálculo, aunque sea aproximado.

        - No es problema de cálculo, sino de sentido físico...

        - Muy bien, muy bien... dime por lo menos un número, algo, aunque no tenga sentido.

        - El reloj de a bordo indica un lapso de cincuenta y tres años, dos meses y dieciseis dias desde el momento de la partida.

"Cincuenta años" - Murmuró Arturo para sí - "En realidad han sido más, pero con eso me basta para sentirme anciano... Cincuenta más treinta que tenía ... ochenta ¡Tengo ochenta años!"

Flotó de regreso a su cama y se tendió boca arriba para meditar; aún se sentía adormecido; hasta ese momento le había parecido natural estar alli, rodeado de aparatos que no comprendía del todo, girando alrededor de un planeta que no conocía en absoluto. Trataba de recordar: "Nubea, el punto de no retorno... hace cien años, o más bien ciento cincuenta, perdimos contacto con la colonia... el Consejo Local de Nubea, los separatistas... "

        - Háblame de Nubea - Solicitó.

        - Los datos que tengo puedieran estar bastante desactualizados...

        - Ya sé, dime lo que sepas, y sin hacer ajustes, por favor.

        - Nubea tiene una población aproximada de diez millones de habitantes descendientes de los primeros colonos procedentes de la tierra. Su alimentación es estrictamente vegetariana ya que no se importaron animales pero sí una gran variedad de plantas más otras que se sitetizaron geneticamente por iniciativa de los propios colonos. El agua se extrae de los casquetes polares mediante maquinarias construidas para ese propósito y se transporta al resto del planeta a través de un sistema de canales construidos al efecto. El clima es frio y seco en toda la superficie del planeta, inhabitable en los polos...

        - Háblame de los separatistas.

        - En la Tierra circulan vectores de ideas separatistas según los cuales Nubea debería gobernarse con total independencia del Consejo Elite de la tierra; algunos radicales separatistas han llegado a pedir el cese de las comunicaciones con la colonia a fin de garantizar su real independencia; se teme que estas ideas hayan alcanzado Nubea y que esa sea la causa de la pérdida total de comunicaciones.

        - Sí, ya recuerdo, ya recuerdo... el hombre de la toga blanca, Rúspides, el almuerzo en La Habana ¿De qué fue que hablamos en aquella ocación? Pero bueno, ¿Qué hago yo aquí a todas estas?... Misión, ¿Cual es mi misión?

        - Señor Arturo, usted no tiene ninguna misión asignada, usted viaja como colono hacia la ciudad de Leibniz donde un oficial del Consejo Local lo espera para instruirlo en las constumbres locales.

        - ¡Eso es absurdo!

        - Le advertí que mis datos pudieran estar desactualizados.

Arturo se lanzó nuevamente hacia la escotilla; la vista era casi idéntica a la de minutos antes pero a él le pareció completamente renovada. Trataba de distinguir las ciudades, o por lo menos una ciudad. En realidad, no estaba entrenado para sacar provecho de una vista aerea a ojo desnudo, no estaba seguro de poder identificar correctamente los accidentes que estaba observando en la superficie, pero alcanzó a ver algo que se le antojó una aldea, a juzgar por su tamaño. Los canales estaban obviamente incompletos, o por lo menos fracturados en varios puntos. El planeta giraba con bastante rapidez ante sus ojos; con un poco de paciencia podía esperar la llegada de nuevas areas. Entonces notó algo en el horizonte parecido a una gran llanura... esperó... la llanura fue saliendo lentamente del horizonte revelando su descomunal extensión; siguió esperando; cuando hubo salido lo suficiente, Arturo comprendió que no se trataba de una llanura, sino de un inmenso cráter.

        - Muy bien - Ordenó Arturo al sistema de a bordo - Quiero que hagas un estudio actualizado de la superficie del planeta, lo compares con los datos que tienes en archivo y elavores una teoría sobre cual ha sido la evolución del planeta a lo largo de todos estos años.

        - Le anticipo que esa tarea va a demorar aproximadamente...

        - ¿Cuánto tiempo dices que podemos permanecer en órbita?

        - Docientos cincuenta y tres años.

- Entonces tómate tu tiempo... no tengo prisa.

      

Capítulos publicados hasta ahora

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¿Qué es una novela web?

A diferencia de las novelas televisivas, mi "novela web" es de solo texto, pero a diferencias de las novelas literarias propiamente dichas, no se publica de golpe como un todo sino en forma seriada a medida que se va escribiendo. La novela web es, en ese sentido, un intermedio entre la televisión y el libro.

Me propongo escribir tres capítulos por semana y publicarlos: lunes, martes y miércoles. Cada capítulo será suficientemente corto como que un lector promedio se lo pueda leer de un tirón.

¡Que lo disfruten!

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El imperio más allá del Sol	07-13-2003	-- Inconclusa --	download