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¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Origen de nuestro Sistema Solar

Cualquier teoría sobre el origen de nuestro sistema solar, debe ser capaz de explicar todos y cada uno de los complejos detalles que hoy observamos en él. Por ejemplo, por qué todos los planetas (excepto Plutón) giran sobre un mismo plano alrededor del Sol; por qué los planetas de las orbitas interiores son pequeños y rocosos mientras que los exteriores (con la excepción nuevamente de Plutón) son grandes y gaseosos; e incluso por qué existe una clara frontera (el Cinturón de Asteroides) entre esos dos grupos de planetas; por qué todos los planetas, asi como sus lunas, se muestran plagados de cráteres como testigos de una época de intensos bombardeos de asteroides. Hay muchas otras cuestiones, algunas de las cuales han sido felizmente esclarecidas, mientras que otras, permanecen en el misterio.




Armando Acosta  (11-06-2002)

En tiempos de Laplace (1749-1827) y gracias a los veinticinco años que este físico-matemático francés dedicó a tales estudios, ya se contaba con una teoría planetaria muy similar a la que generalmente se acepta hoy. La era espacial, sin embargo, aportó nuevos datos que Laplace no conocía, y que no pudieron ser explicados directamente por su teoría, como por ejemplo, el hecho de que todos los planetas están minados de cráteres. Gracias a la ayuda de modelos computarizados, han podido "comprobarse" (o al menos simularse) nuevas hipótesis que vienen a completar la idea original de Laplace.

La historia de nuestro sistema solar, tal como la concebimos hoy, es más o menos asi:


Hace 4,600 millones de años, en el brazo Orion de nuestra Via Lactea (a unos 23,000 años luz del centro de la galaxia) una estrella masiva explotó en forma de supernova. Esto no es nada que asombre a los astrónomos de hoy, pues este tipo de explosión es relativamente frecuente en nuestra galaxia, ocurriendo una cada 3,000 años como promedio.

Cuando una estrella masiva explota de esta manera, muere y toda su materia es expelida al espacio circundante para formar una gigantezca nube de gas caliente, que se conoce con en nombre de "nebulosa planetaria", ya que esta nebulosa es la materia prima para la formación de un sistema solar como el nuestro.

Lo curioso y verdaderamente beneficioso de una explosión supernova, es que la nebulosa a que da lugar ya contiene elementos pesados, como el hierro, los mismos que vemos con tanta abundancia en los planetas rocosos como el nuestro. En efecto, los elementos pesados se fabrican en las estrellas a costa de la gran energía que se liberan dentro de ellas. Pero aún así, elementos más pesados que el hierro no pueden ser sintetizados durante la vida de la estrella; es precisamente durante la explosió supernova que se obtiene la energía extra necesaria para producir elementos más allá del hierro e incluso más allá del uranio. La nebulosa resultante es entonces un gigantezco basurero de materia estelar donde puede encontrarse escorias de todo tipo, desde el hidrógeno, hasta el uranio.

Continuando con nuestra historia, 4,600 millones de años atrás, la región del espacio donde nos encontramos hoy, estaba totalmente ocupada por la tal nebulosa sucia. Durante los 50,000 años que siguieron (un período compartativamente breve) esta nebulosa se fue enfriando y contrayendo por atracción gravitatoria dando lugar a miles de millones de "planetecimales" cuyo tamaño variaba entre un kilómetro y el tamaño de Inglaterra. A su vez estos planetecimales se fueron agregando para dar lugar a cuerpos mayores (del tamaño de Marte) llamados "proto-planetas". Para el final de este período, habrían unos 30 proto-planetas, asi como un residuo de de planetecimales que sobrepasaba el millar de millón.

En este punto, comenzó un nuevo período llamado de "Bombardeo Pesado", donde los proto-planetas habían adquirido suficiente masa como para disputarse las óbritas de sus vecinos. Es un período caracterizado por un intenso y caótico bombardeo mutuo entre proto-planetas, una especie de guerra territorial cuyo objetivo era la formacion de planetas cada vez más grandes.

Este no fue un periodo progresivo sino caótico. Planetas grandes podían ser despedazados por el impacto de un planetoide menor, pero tambien planetoides pequeños podían ser absorbidos al chocar con uno más grande. La guerra se extendió por unos 100 millones de años, justo hasta que las "municiones" se hubieron agotado... aunque, a decir verdad, no se han agotado del todo.

Se cree que la Tierra y la Luna fueron antaño parte de un mismo cuerpo, pero algun proto-planeta la impactó partiéndola en dos pedazos, uno de los cuales es hoy la Luna. Esta hipótesis trata de explicar la ausencia de un nucleo de hierro en la Luna, asi como la asombrosa similitud entre las rocas lunares y las terrestres.

Similarmente, el nucleo de hierro de Mercurio, que es desproporcionadamente grande, se explica alegando que una colición en la era del Bombardeo Pesado, le arrebató gran parte de su corteza exterior.

El Sol se formó en el centro de la nebulosa donde la presión gravitatoria es, lógicamente, mucho mayor, y esto ocurrió en algun momento entre los 2 y 10 millones de años despues que la nebulosa original habia comenzado su contracción. Para esta época ya estábamos en la era del Bombardeo Pesado, solo que la aparición del Sol introdujo un nuevo elemento: el "viento solar". Este nuevo elemento es el responsable de la diferenciación entre los planetas interiores y los exteriores.

En efecto, las estrellas expelen plasma caliente en todas direcciones producto de las violentas reacciones termonucleares que se producen en su interior. La nueva hipótesis sugiere que bajo la presión de este violento "viento solar", los gases ligeron circundantes, como hidrógeno y helio, fueron empujados hacia las partes más exteriores de la nebulosa. Asi se crearon dos regiones, una interior dominada por planetoides y planetecimales en pugna, y otra exterior, más abundante en gases ligeros.

Los planetas primitivos de la región exterior, eran ya suficientemente masivos como para retener el exceso de gas, siendo esta la razón por la cual en esa región se formaron grandes planetas gaseosos mientras que en el interior se formaron pequeños planetas rocosos.

El Cinturón de Asteroides, no es el producto de un planeta que explotó a causa de un eventual cataclismo, sino más bien un planeta que nunca llegó a formarse, por culpa de la pugna gravitatoria entre Marte y Jupiter.


Esta teoría explica bastante bien el Sistema Solar que observamos hoy. Los planetas giran sobre un mismo plano porque es asi como giraba la nebulosa planetaria original desde el mismo momento de su formación tras la explosion supernova. Los crateres que se observan hoy por todas partes son el recuerdo de la guerra de los 100 millones de años. La distribución de planetas rocosos y gaseosos es producto del viento solar en la era de su formación. Algunas detalles, como la similitud entre rocas lunares y terrestres, pueden explicarse en terminos de colisiones catastróficas en el pasado remoto.

Algunas otras preguntas, sin embargo, permanecen sin respuesta, como por ejemplo, la extravagante existencia de Plutón, un pequeño planeta rocoso del tamaño de la Luna, ocupando la "orbita equivocada". Algunos astrónomos creen que Plutón fue capturado en tiempos recientes por la gravitación del Sol, y no lo consideran un planeta en sí; otros predicen la existencia de otros muchos "plutos" más allá de la órbita de este enigmático cuerpo celeste.


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