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Ideas


Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


¡Pero llegué a buena hora!




Clipsia Wong  (12-16-2002)

Levántate niña ¡Será posible! yo no sé qué voy a hacer contigo, mientras más grande, más remolona. Así decía mi mamá y yo la escuchaba y de verdad que quería levantarme ¡Pero ay! qué sueño tengo siempre en las mañanitas, no lo puedo evitar.

Mi papá me dice: Si te acostaras más temprano no tendrías tanto sueño a la hora de levantarte y podrías ir más bonita a la escuela. Lo que mi papá no entiende es que a mí los programas de la Tele que me gustan son los de los mayores, y esos siempre los ponen tarde.

Mi abuelita dice que en su tiempo los niños se acostaban a las siete. Mira qué gracia, en el tiempo de mi abuelita no había televisión y el papá o la mamá les hacían cuentos a los niños hasta que se dormían, y yo digo: a ver ¿qué papá o mamá nos hace cuentos ahora?

Pero con lo que me sucedió hoy prometo no acostarme tarde más nunca para estar dispuesta a levantarme en cuanto mami me llame ¡Palabra!

Como te decía, mami me llama y vuelve a llamarme y yo le oigo, pero no puedo levantarme ¡Qué sueño...! Hoy tenía más sueño que nunca, por fin me levantá pero casi no podía abrir los ojos y así me metí en el baño, con los ojos casi cerrados comencé a lavarme, pero cuando cojo el cepillo de dientes, se me cae en la taza del servicio ¡Qué lio! ¿Ahora qué hago? Si llamao a mami seguro que me pelea más, mejor trato de sacarlo ¡Pero no podía! Entonces tapé la taza para que ella no se diera cuenta. Cogí uno nuevo pues de todos modos tenía que botar el otro ¿verdad? Salí del baño lista para vestirme, me pongo la camisa y por más que trato de abrochármela bien, no puedo, me quedaba un lado más largo que el otro y el cuello torcido; por fin cuando logré que quedara pareja, me puse la saya, y tan aprisa quería terminar que le arranqué un botón ¡Qué mala suerte! - Niña ¿Es que no acabarás nunca de vestirte? Por tu culpa voy a llegar tarde al trabajo, tu desayuno ya está en la mesa, dáte prisa ¡Por favor! y no te olvides de cerrar la puerta al salir. - Sí, mami, no te precupes, ya salgo. Y se fue... ¿Yo? con el botón en la mano como una boba. Busqué la aguja con hilo y traté te ponerlo... ¡Ay, qué pinchazo! bueno, ya está, ahora a desayunar.

No quise ni sentarme, pues de verdad se me estaba haciendo tarde, así que cogí la taza toda apurada y tan nerviosa estaba que se viró, y allí... en el mantel y parte del piso estaba mi leche, y suerte que me quité a tiempo, si no... Pensé recogerlo y limpiarlo todo, pero no tenía tiempo. Agarré los libros, cerré la puerta y salí corriendo.

No sé lo que pasará cuando mami llegue, ni quiero pensar qué me sucederá cuando vuelva a casa; solo sé que corrí, corrí hasta llegar a mi escuela, y que no sé ni cómo ¡Pero llegué a buena hora!


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