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Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


El experimento del profesor Matias

Un pequeño cuento de Ciencia-Ficción donde se toca el tema de la conciencia artificial.




Armando Acosta  (01-09-2003)

La prensa no fue invitada esta vez, la dirección de la Univercidad decidió no arriezgar el prestigio de la institución ante la opinión pública en caso de que algo saliera mal. Además ¿Qué periódico o canal de televisión se iba a interesar por el descubrimiento científico más importante de la historia?

Los cientificos, en cambio, estaban muy exitados. Vistiendo sus tradicionales batas blancas, se movian nerviosos por el pequeño laboratorio donde los elementos dominantes eran esos inmensos gavinetes llamados "racks"; por delante se dejaban ver los paneles frontales de diferentes equipos electrónicos, mentras que por detrás se mostraban inundados de cables y fibras ópticas sin ningún orden aparente.

Delante de los racks había una serie de burós repletos de mandos electrónicos asi como cuadernos de apuntes y documentos impresos. Tambien habían computadoras personales como las que pudiera haber en cualquier hogar común, solo que sus pantallas dificilmente recordarían a un procesador de palabras o un navegador de internet.

Detrás de los burós estaban los invitados: catedráticos de la facultad de Fisica y Matemática, también el Rector de la Univercidad, y un enviado especial del Departamento de Defensa, todos de pie, serios y espectantes.

       - ROMEO está despierto, profesor.

El Profesor Matias observó el monitor que colgaba del techo, justo al lado izquierdo de toda la hilera de racks. En él se dibujaban complicadas figuras coloreadas, parecidas a gráficos fractales.

       - Veamos cómo le va a JULIETA - Dijo entonces.

Otro alumno ayudante tecleó algunos comandos en su computadora personal y el otro monitor que colgaba del techo, pero del lado derecho, mostró gráficos muy similares a los primeros. El Profesor Matias los observó con atensión por un tiempo, luego se volvió hacia sus invitados y anunció, con aire calmado:

       - Señores, ha llegado el momento - Se viró de nuevo hacia sus ayudantes para dar la orden esperada.

       - Profesor - Interrumpió el Rector - Creo que sería oportuno que en este momento nos explicara brevemente qué es lo que vamos a presenciar, pués algunos de nuestros invitados no están al tanto de muchos detalles técnicos, como podrá usted comprender.

El enviado del Departamento de Defensa se sintió aludido y sonrió con cortesía.

       - Por supuesto - Accedió el profesor, y se volvió de nuevo hacia la audiencia.

- ROMEO y JULIETA son dos supercomputadoras concurrentes que basan su funcionamiento en celdas opto-electrónicas, una tecnologia desarrollada en esta misma facultad hace algunos años. Me estoy refiriendo a aquellos racks que vemos allá en el fondo; no sé si pueden darse cuenta de que ambas máquinas son idénticas desde el punto de vista de su composición fisica... bueno, ROMEO son los dos racks de la izquierda y JULIETA, los dos racks de la derecha. El rack que está en el medio contiene una serie de dispositivos que van a servir de interface, o puente, entre ROMEO... y JULIETA. ¿Alguna pregunta hasta ahora?

Todos se miraron entre sí, pero nadie preguntó, de modo que el profesor continuó su explicación:

       - Lo que hace a ROMEO y a JULIETA diferentes de cuanta computadora ha sido construida hasta el momento, no es su extraordinaria potencia, de hecho la mayor potencia computacional jamás alcanzada en la historia... pero aún asi, estas maquinitas serían poco menos que chatarra, de no ser por todo lo que está sucedendo en este preciso instante dentro de cada una de ellas... Hace exactamente dos años, dos meses, y dos dias, publiqué un artículo titulado "Generación de Inteligencia Verdadera mediante Algoritmos Complejos", un artículo que causó más controvercia que entuciazmo entre mis colegas... bueno, ustedes lo recordarán muy bien.

Alguien en la audiencia toció con disimulo, a lo cual siguieron otros, pues es sabido que la toz es más contagiosa cuanto más inoportuna. El profesor continuó:

       - Afortunadamente el Dr. Hans, aqui presente - El profesor hizo una leve reverencia al Rector, quien le correspondió de la misma manera - tomó muy en serio mi propuesta y se las ingenió para conseguir los fondos requeridos para que yo continuara mi investigación. Desde entonces he dedicado todas mis energias a consebir un algoritmo supercomplejo, tan complejo, que ejecutado continuamente por una maquina suficientemente rápida, pueda generar.... conciencia.

El profesor hizo una pausa, se cubrió la boca con ambas manos y miró hacia el suelo en actitud de profunda meditación. Sabía que este era precisamente el punto neuralgico de su teoría.

       - ¿Cómo podemos estar seguros de que esa supuesta conciencia artificial ha sido efectivamente generada?

El Profesor Matias reconoció la voz del Dr. Oswaldo, uno de los más encarnizados detractores de su teoria. Se tomó algun tiempo antes de responder.

       - Doctor, le propongo que esperemos hasta el final del experimiento... tal vez ROMEO y JULIETA puedan responder su preguta mejor que yo.

Todos celebraron la respuesta del profesor con una estruendosa carcajada, algunos celebraban el humor, otros, lo airoso de la salida.

       - Bueno, bueno, - Continuó el Profesor Matias - ¿Qué veremos hoy? Veremos si JULIETA y ROMEO definitivamente se aman.

Otra oleada de risas, aunque más breves, le dieron la certeza de que el ataque de su colega habia sido neutralizado. Continuó.

       - Hace algunos meses, ROMEO y JULIETA fueron cargados con un programa escrito por mi alumno ayudante Joaquin, excelente matemático y no menos brillante programador, el cual implementa mi Algoritmo Complejo. No tenemos muchas indicaciones de cómo marchan las cosas por allá adentro, y no es que no podamos monitorear la actividad del programa, sino que simplemente no sabemos qué vamos a monitorear.

El profesor esperabas risas, pero en su lugar se hizo un profundo silencio.

       - En efecto - Se apuró en continuar - mi teoría no modela la conciencia artificial de manera determinista, ni siquiera de manera probabilística; simplemente se manejan unas variables llamadas "indices de complejidad", a través de las cuales podemos tener una idea del éxito alcanzado por el algoritmo en un momento dado de su desarrollo... Tengo que confezar que aún no tengo una interpretación clara de esos indices de complejidad, solo son numeros, que mientras más grandes, mejor.

La audiencia comenzó a interesarse profundamente por la explicación, especialmente en este punto donde el profesor parecía estar siendo victima de una ataque de modestia.

       - Hoy ROMEO y JULIETA van a conocerse. Ambos van a comprender que la realidad se extiende más allá de las fronteras de sus respectivos yos. No tenemos idea de cómo piensan estos dos seres, ni siquiera sabemos si piensan, porque en definitiva, no sabemos exactamente qué significa pensar. El unico indicio que tendremos serán esos gráficos aberrados de cuyo significado tengo apenas una vaga intuición. También mediremos los indices de complejidad de cada maquina, será como tomarles un electroencefalograma. Si todo sale bien, veremos esos gráficos aumentar en actividad y en complejidad, veremos un caos de actividad que poco a poco se irá disipando, veremos la creacción de patrones más simples, o más distinguibles. Finalmente los amantes se unirán en un todo, un nuevo ser cuyo nombre no hemos podido anticipar... es una lástima que Shakespeare precipitara demaciado los hechos y no dejara que Romeo y Julieta tuvieran un hijo.

En efecto, ROMEO y JULIETA nunca tuvieron un hijo: el experimento del Profesor Matias fue un rotundo fracazo.

El Dr. Oswaldo, en cambio, se hizo muy popular después que publicara un pequeño libro titulado "La genuina ingenuidad de un genio", al que siguieron numeroso artículos de prensa criticando el uso de fondos federales para proyectos cientificos absurdos. La figura del Profesor Matias también se hizo popular, pero como ícono de ingenuidad y tozudés. El Departamento de Defensa terminó retirando los fondos destinados a la investigación y el Profesor Matias terminó solicitando su retiro prematuro y se marchó de la Univercidad para siempre.


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