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He creado este espacio para compartirlo con familiares y amigos, aunque no descarto la posibilidad de que otros visitantes se encuntren a gusto y lo puedan disfrutar tambien...

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Ideas


Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Mi nuevo librero

A un costo de poco más de cien dólares y unas cuentas horas de esfuerzo, mi hermano y yo construimos un nuevo librero en el recibidor de nuestra casa.

Los (2) libreros viejos están disponibles para donación, pero si en una semana no aparece ningun interesado, serán puestos en la basura.




Armando Acosta  (04-19-2003)

Aqui vivimos tres personas, cada cual con su televisor, su computadora y su librero. Sin embargo, hay muchos libros que son de interes común, de ahi que en el recibidor tuviéramos un par de libreritos unidos para formar uno solo. Un proyecto que veniamos cocinando mi hermano y yo era reemplazar a los libreros siameses por unos entrepaños de madera sujetos a la pared, de lado a lado. Eso fue precisamente lo que materializamos hoy.


Los materiales salieron de la ferretería más popular de Estados Unidos: "The Home Depot"... un lugar que no me es nada placentero, dicho sea de paso... tiene la forma de un gran almacen donde se puden conseguir desde materiales de construcción hasta tornillos, todos en estantes industriales, los clientes se pasean por el almacen y toman lo que desean comprar, al final se va a la caja con la mercancia y se paga... resultado: el cliente ha realizado el trabajo del empleado, o sea, buscar la mercancia en el almacén.

El costo de los materiales para este librero fue poco más de cien dólares, eso es más o menos lo que teniamos previsto.

A pesar de que somos tres cubanos, no nos costó mucho trabajo llegar a un acuerdo sobre el diseño del nuevo librero, y en eso también nos ayudó la novia de mi hermano, que es colombiana. Tampoco fue difícil realizar las medisiones pertinentes y levantar la estructura sobre la pared.


Lo más laborioso fue reacomodar los libros. Como son cinco entrepaños, decidimos dedicar uno para cada temática: de arriba a abajo: Revistas de arte, Libros de arte, Historia, Literatura, Referencias.


Los porta-revistas sirvieron de soportes en los extremos de los entrepaños para sujetar a los libros. Son revistas tecnicas a que estaba subscrito antes de descubrir que las revistas capitalistas contienen más propaganda comercial que material útil, salvo raras excepciones.


Los libros estrictamente técnicos (Electrónica y Programación) quedaron en mi librero de la oficina.

A quien pueda interesar

Los libreros viejos quedarán en cuarentena por espacio de una semana en espera de alguien que desee recogerlos para su uso. Despues de ese plazo, serán echados a la basura.



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