Mi Habana de papel

Infanta y San Lázaro... cuantas veces pasé por aquella esquina a pie. Era como el centro de todo, el camino hacia la univercidad, hacia el hospital, hacia "La Rampa", hacia la casa de Pucho, hacia casa de mi tia Miriam... Ahora es solo el cruce de dos lineas blancas en un mapa de ocho y medio por once.

Los recuerdos me fallan, en diez años los detalles se decoloran. En Infanta y San Lazaro estaba el Parque de los Mártires, Lámparas Cubanas, la Pizzería de Infanta y la Ostionera... pero ¿Cómo era el cemáforo? Y las esquinas de las aceras ¿Eran redondeadas o puntiagudas? ¿Habia "mojones" en las esquinas? ¿Dónde exactamente estaba puesto el nombre de cada calle?

Y el olor...¿A qué olia?... y el tiempo - ¿A qué velocidad transucrría el tiempo en aquel entonces?

Aún así, trato. Veo más que lineas, el nombre de cada calle es una vivencia; trato de revivirla. El dia que yo vuelva a La Habana, voy a renacer. Mas ahora no puedo... "Han hecho bien en quitar el banderón de la acera... porque si está la bandera, no sé, yo no puedo entrar".

Mi Habana de papel es un tanto limitada, pero es algo... y peor es nada.