Antes de que se lo gane otro, mejor te lo ganas tú...

La dignidad es algo muy personal... y muy delicado; es muy fácil herir la dignidad de alguien sin proponérnoslo, y aún sin darnos cuenta.

Si sabes poner lozas y un cliente te llama para un trabajo, tú supones que él te eligió a tí de entre tantos otros porque tú eres bueno, porque eres mejor que tus competidores... no porque te quieren hacer un favor. Tú prestas un servicio, y el dinero que ganas es bien habido, no es una limosna.

Pero si es un pariente el que te llama y te dice: "Yo iba a llamar a Cheo el de Hialeah, pero pensé en tí... y antes de que se lo gane él, mejor te lo ganas tú"... ¿No te sientes humillado? ¿No sientes que en lugar de ganar la competencia, la acabas de perder? ¿No sientes que tu trabajo no vale nada, que en lugar de admiración despiertas lástima?

Yo no sé tú, pero cuando a mi me ha tocado recibir ese "trato preferencial" por parte de familiares y amigos, me han dado ganas de dejársela en la mano. Si alguien me llama para un trabajo, ha de ser porque confía en la calidad de mis servicios, porque sabe que yo voy a hacerlo mejor que ese "otro".

Asi que ya sabes, antes de lanzar una expresión compasiva, piénsalo dos veces y analiza qué es más importante para un hombre que se gana la vida trabajando, la dignidad o el dinero.