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Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


De Julio Cesar a Fidel Castro

Un paralelo entre el Imperio Romano y la Cuba de Fidel Castro.




Armando Acosta  (07-04-2003)

Uno de los primeros golpes de estado de la historia fue el dado por Julio César cuando Pompeyo se opuso a su segunda corrida como político... segunda, porque Julio César ya habia sido presidente, perdón, consul durante el primer triuvirato y al pareser, no había caido muy bien para el gusto del Senado. Tras algún tiempo de broncas internas, bastante sangrientas por cierto, Julio César se instaló cómodamente en el poder, hasta que sus colegas le dieron una muerte bastante incómoda en la propia sede del Senado.

En Cuba no tuvimos un gobernante tan ilustrado, astuto y elegante como aquel Julio, pero sí un 10 de Marzo en que un simple sargento de marina obtuvo igualmente el poder por medios violentos. Es cierto que este sargento, Bastista de apellido, no tuvo la muerte incómoda de su homólogo romano, sino más bien un asiento en la comodidad de su avión privado en aquel glorioso 31 de diciembre de 1958. Lo que sí tuvimos los cubanos fue un "augusto caribeño", que como Octavio, tuvo a bien trasladarse a la capital de la república para reclamar el poder que su predecesor había "dejado".

Octavio no obtuvo el poder por las buenas sino tras hacerle la guerra a Marco Antonio, pero su entrada triunfal en Roma le merecieron no solo los vítores de sus compatriotas sino además (y sobre todo) el título de Augusto. La tiranía de Julio César no habia sido nada comparada con esta otra tan sólida que los historiadores la reconocen como el comienzo de la era imperial en Roma.

En esto Castro no se queda atrás, su pueblo lo aclamó con júbilo, lo aceptó gustoso como dictador y en el imperio ideológico explandido por toda Latinoamérica, hoy se le aclama como "augusto", ó sea, divino. Siguiendo los pasos de Roma, la dictadura devino en corrupción (lástima que no en explendor y riqueza) y ya en el ocaso amenaza con caer corroida por su propia podredumbre; los bárbaros propician ataques telefónicos... bueno, los tiempos cambian ¿Qué esperaban, catapultas?

Valga recordar que antes de su caida, el imperio se dividió en dos partes, la "nueva Roma" se instaló en la ciudad oriental de Bizancio. Pues bien, para colmo de similitudes, nuestro imperio caribeño pretende sobrevivir el derrumbe en una "segunda Cuba" instalada allende los mares, más concretamente, Caracas. - Tal vez este paralelo esté un poco traido por los pelos, pero creo logra poner de relieve una cosa: la corrupción, la dictadura y la tolerancia de los pueblos hacia ellas, no son nada nuevo, sino que tienen, en efecto, profundas raices en la historia.


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