Inicio
He creado este espacio para compartirlo con familiares y amigos, aunque no descarto la posibilidad de que otros visitantes se encuntren a gusto y lo puedan disfrutar tambien...

InicioMapa del sitioDescargasColaboradoresEnlacesAutor    
Buscar :

Ideas


Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Egoísmo

Una de mis preocupaciones constantes es el comprender cómo es que otra gente existe, cómo es que hay almas que no sean la mía, conciencias extrañas a mi conciencia, que, por ser conciencia, me parece ser la única...”

--- Fernando Pessoa ---




Yisell  (07-17-2003)

Tengo un ego embotellado como un genio esperando a salir para cumplir todo tipo de deseos. Para castigar y no quedarse solo de nuevo. Vengador de miedos nostálgicos, por siglos de pena e incomprensión.

Tengo un ego frenético, frió, descarriado; un ego sin sentido de ser. Tengo un ego que se esconde, que se maquilla de mí, que se ríe de mí. Un ego que duerme semanas enteras, pone espejos debajo de la cama, me llama en el silencio y se casa conmigo cuando nadie nos ve. Tengo ego débil que no es tan egoísta como todos piensan. Gozo espasmos de ego, rabia de ego, llanto y orine de ego.

Ese ego sordo, ciego que habla solo consigo mismo por las tardes lluviosas y luego se acerca para intentar domesticarme. Poseo un ego lleno de orgullo, y un orgullo lleno de miedo. Tengo miedo egoísta, solitario y mudo. Tengo orgullo trágico y sensible.

Tengo un ego que libra batallas insuperables cuando todo se ha perdido. Un ego que me guarda en las sombras un ramo de rosas para cuando me siento sola. Un ego sin imposibles, sin negativos. Tengo ego que se deprime, que me deprime, que me aleja de todos por ser tan posesivo. Un ego que contesta mis llamadas cuando no tengo palabras que usar.

Tengo un ego descuidado, honesto, rabioso como un negro Cimarrón que se escapa a las montañas para no ser capturado.

Mi ego es sabio, intelectual de pacotilla, de escritos recortados, inteligente de buenas notas, con los más altos honores escolares. Ese ego que sabe de todo y antes de que le enseñen a volar, vivía con alas en la espaldas.

Poseo un ego sin sentido del humor. Un ego drástico y caprichoso. Que se inventa excusas para seguir siendo insuperable, imprescindible, casi excelso cuando se impone con su sexo soberbio, incomparable y completamente inaccesible.

Yo acepto a mi ego, no escatimo placeres cuando se trata de este, mi amor narcisista.


  • Articulos similares


  • Imprimir   Enviar a un amigo   
                                                    

    Miami / USAmail@armandoacosta.comInicio