En mis tiempos...

En mi pueblo o en mis tiempos, no sé precisar pues mi vida se dividió en un antes y después lo mismo que en un aquí y allá, todo era mas sencillo; se supone que vine a este gran país a vivir más tranquila y abundantemente y quizás lo último se cumpla en parte pero lo primero está por ver… un ejemplo de ello es cómo las cosas han cambiado definitivamente a mi alrededor y esto en ocaciones me intranquiliza pues una buena costumbre, como fumarse un cigarrillo puede convertirsde en delito, o al menos en motivo de discriminación y un voluptuoso piropo a esas muchachas que se ven mejor cuando se van que cuando vienen puede calificarse de “sexual arrangement”; un merecido cocotazo a un niño malcriado puede interpretarse como abuso infantil…claro que no hay malcriadez sino trauma y se requiere de tratamiento, mucho más costoso que el cocotazo…

La expontaneidad pierde terreno en todas partes por ejemplo cuando tenga sólo unos años más tendré que abstener de mirar a las muchachas jovenes pues en vez de un simpático viejo verde podrian acusarme de corruptor de menores, todo muy de acorde con una estricta moral, sin embargo cuando habia un maricón en la familia nunca se nos ocurrió que saliera por la televisión a defender sus derechos “gay”. Ni se nos ocurra hacernos los machos defendiendo cualquier causa a puñetazos pues nos pueden demandar y además de los estribos perder despues unos cuantos pesos; hay que ser “openmind” dejar que la mujer “tenga su espacio”, lo que quiere decir que despues del trabajo salga , en el mejor caso con amigas y llegue a la casa para calentar la comida en el microwawe… en la casa nuestros asumidos derechos de padres o cabeza de familia también se han perdido; con sólo entrar al cuarto de nuestros hijos sin previo consentimiento de estos estamos “violando su privacidad” aunque el olor a hierba lo sintamos en la sala de la casa…

En fin, un nuevo mundo se gesta constantemente y crecemos con él, cuando se hacen estas reflexiones es, generalmente, cuando, a mitad de camino, estamos más dispuestos a quedarnos más con lo vivido que a aceptar nuevas propociciones como esto de que la grasa tiene colesterol, que hay que leer cuántas calorias tiena cada alimento… la gente va al mercado con la actitud que se va a una biblioteca a leerse las intoducciones de los libros a ver si después se los lee…

Ya voy entendiendo a esa generación que me dice que cómo puedo estár frente a esta computadora escribiendo esto para publicar en un foro de la internet en vez de disfrutar un programa de televisión…