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He creado este espacio para compartirlo con familiares y amigos, aunque no descarto la posibilidad de que otros visitantes se encuntren a gusto y lo puedan disfrutar tambien...

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Ideas


Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Juan




Armando Acosta  (07-28-2003)

       - Es mi última oferta, Sr. Juan, no puedo hacer más.

       - Es una oferta inaceptable, señor Andres, usted sabe que esta casa vale mucho más que eso.

       - Bueno, en realidad quisiera poder ayudarlo, pero está fuera de mi presupuesto, lo siento.

       - ¿Ayudarme? Nadie le está pidiendo ayuda, esto es un negocio.

El hombre corpulento echó otra ojeada al interior de la casa, como si ya no la hubiera visto lo suficiente.

       - ¿No me había dicho que la tenía practicamente vendida?

Juan apretó los dientes y resopló como quien quiere matar a alguien.

       - Esa venta se cayó a ultima hora, creo que se lo comenté.

       - Ah, sí, ahora recuerdo... y también me comentó que ya están al entregarle la casa nueva que compró, pero no tiene dinero para el adelanto, de modo que está esperando a vender esta para poder pagar aquella... Mire Juan, hablemos claro; usted puede darse por dichoso por haberse tropezado conmigo; de veras que quiero comprarle la casa, pero comprenderá que no está usted en condisiones de hacer un buen negocio... confórmese con poder salir del aprieto con la menor perdida posible. Digame ¿Cuanto necesita para el adelanto?

Juan lo miró a los ojos como si quisiera incinerarlo con la mirada.

       - Eso es asunto mio, señor Andres. Pensaré en su oferta, y si me disculpa, tengo cosas que hacer.

       - Ya me marchaba, no se preocupe, ya me marchaba. Mire, aqui tiene mi tarjeta; me llama cuando haya llegado a una conclusión. Buenas tardes.

El hombre se marchó sonriendo con aire triunfal, mientras Juan hervia de rabia ¡Qué tipo tan desalmado!

La casa estaba decierta, casi todo había sido empaquetado y los muebles corridos de lugar para facitar la mudanza, aquella frustarada mudanza que debió ser pero que no fue porque la señora -¡Vieja histérica!- se arrepintió a ultima hora. Si papá estuviera vivo le hubiera retorcido el pezcuezo como a una gallina.

Caminó hasta el bar, que aún quedaba en pie, y se sirvió un trago de wisky escocés con hielo. "Esta casa me queda muy grande...". Se dirigió hacia la terraza con su vaso de wisky en la mano y contempló el lago. Los recuerdos comenzaron a aflorar uno tras otro sin importar demaciado el orden, después de todo, los recuerdos son atemporales. Del roble todavía pendían los restos de un columpio rudimentario hecho con dos cuerdas y una tabla. Desde el bosquecillo detrás del lago salieron dos niños y una niña acompañados de su padre en un bote; el padre remaba y los niños preparaban con entuciasmo los aparejos de pezca; el hombre parecía feliz y admirado por la destreza de sus pequeños.

Juan saboreó otro trago de wisky, prendió un cigarro y se sentó en el borde de la terraza sin dejar de contemplar el lago. "Este era nuestro reino" - pensaba - "Qué lástima que Papá ya no esté con nosotros.... ¿Será que voy a entregárselo todo a ese hijo de su buena madre?!!!"

---

Adrián subió por el elevador de servicio para evitar un posible tropiezo con su jefe. Llegó a la oficina, saludó a sus compañeros, conectó su laptop a la red y lo encendió. Mientras esperaba a que se levantara el sistema operativo, advirtió que tenía mensajes en el voice-mail:

"Adrián, por favor, pasa por mi oficina en cuanto llegues".

­- ¡Mi jefe! - Exclamó casi en alta voz - Mira que llegar tarde hoy lunes, después de unas vacaciones.

- Buenos dias - Saludó una rubia que pasaba con las manos repletas de sobres.

- Buenos dias, Betty, ¿Que tienes para mi hoy?

- No mucho - Dejó caer un sobre sobre el buró de Adrián - Solo que tu jefe está furioso; pasó por aquí a las nueve de la mañana y no te vio... imagínate.

- Gracias, Betty.

Los compañeros de Adrián lo miraban de reojo desde sus burós aledaños y se volvían a sumergir en sus trabajos. Adrián abrió el sobre y al comprobar que no era nada urgente, se dispuso a visitar a su jefe, no sin antes pasar por la cocina y tomar un poco de café.

- Buenos dias, Jim... ¿Puedo entrar?

- Pasa, Adrián, buenos dias... Siéntate.

Jim era un hombre ya bien entrado en la edad madura, muy corpulento y de aspecto tosco, a todas luces un hombre de trabajo y no de esos ingenieros burocratizados. Terminó algo que seguramente tenía pendiente en su computadora y se dirigió por fin a Adrián.

       - ¿Que tal tus vacaciones en Las Vegas?

       - Espléndidas - Respondió escuetamente.

Jim volvió a teclear algo en su computadora mientras Adrián planeaba alguna justificación para su llegada tarde.

       - Muy bien, te he hecho llamar por lo siguiente.

Adrián abandonó su postura semirelajada para ponerse en alerta total.

       - Quiero que dejes todo lo que estás haciendo (que es bastante) y lo repartas entre Peter y Young-Chu. Ellos ya saben, asi que solo oriéntalos un poco para que puedan arrancar. Para tí tengo una misión especial.

Adrián no sabía si alegrarse o asustarse más aún. Jim continuó:

       - Tenemos un cliente muy importante en New Jersey que está teniendo problemas con Dreams Maker; al parecer es algo relacionado con el módulo de reportes, pero en realidad no sabemos exactamente qué es.

       - ¿Revisaron el historial de bugs de Dream Makers?

       - Adrián, no tienes idea del corre-corre que se ha formado aqui en estos dias. Aqui se trabajó el sabado y parte del domingo. No sabes cuánta falta nos hiciste.

       - Pero Jim, me hubieras llamado al ce... o sea... bueno, es que...

       - Es que se te olvidó llevar tu cellular a las Vegas ¿No?

       - Bueno, supongo que es un bug nuevo entonces.

       - Lo que está pasando es que el módulo de reportes se equivoca al predecir el reporte adecuado, esto es cuando lo operan en modo automático; por esa razón, en estos momentos lo están operando en modo manual. Entonces el cliente se pregunta por qué ha pagado tanto dinero por un generador de reportes supuestamente inteligente, que al final tienen que operar como si fuera un generador de reportes vulgar.

       - Jim, yo recuerdo que al principio hubieron muchos problemas con la predicción de reportes, pero eso se resolvió... ¿No será que este nuevo bug se introdujo cuando Dreams Maker se integró con Dreams Pusle?

       - Algo de eso hay, pero...

       - ¡Entonces ya está, Jim! Mándales una copia con la versión anterior, justo antes de la integración; ellos no están usando Dreams Pusle de todas maneras.

       - No, no, eso no es posible.

       - ¿Por qué no? Dreams Pusle no está en la calle todavia, podemos revisar lo que pasó aquí con calma, mientras calmamos al cliente de New Jersey.

       - No es tan sencillo, Adrián. La integración de estos dos productos es una parte vital de la estrategia de la compañia. No podemos dejar una copia fantasma por ahi sin posibilidades de integrarse en un futuro...¿Cómo vamos a venderle Dreams Pusle después a esa gente?

       - Después se les vende las copias correctas tanto de Dreams Pusle como de Dreams Maker.

       - Adrian, por favor, tú eres un programador de experiencia, tú sabes que eso no funciona asi.

Adrián guardó silencio mientras trataba de vislumbrar la causa del problema. Entonces Jim aprovechó para abordarlo.

       - Muy bien, lo que quiero es que viajes a New Jersey el miercoles y averigues exactamente donde está el problema.

Adrián salió de sus pensamientos para ocuparse de la sorpresa que le había causado lo que acababa de escuchar.

       - Jim... este... ¿Es necesiario moverse hasta allá? Todo lo que necesitamos para resolver el problema lo tenemos aqui en la compañia.

       - No, Adrián, aqui tenemos el código, la información, pero no tenemos las condisiones reales del fallo. Te dije que aqui se trabajó el sabado y parte del domingo... pues bien, nadie ha podido reproducir el bug, no sabemos realmente lo que están sucediendo, asi que es necesario que alguien vaya hasta allá y se enfrente con el problema in situs.

Adrián guardó silencio, por lo visto no le iba a resultar fácil eludir el viaje.

       - ¿Por qué yo? - Preguntó timidamente como último recurso.

       - Porque tú fuiste el autor de ese módulo y por tanto, quien mejor se lo conoce.

Adrián se encogió como si quisiera refugiarse dentro de sí mismo.

       - Vamos, hombre - Dijo Jim para animarlo - Acabado de llegar de vacaciones y te ganas un viaje a New Jersey ¿Qué más le puedes pedir a la vida?... Fíjate que no te he dicho nada por tu llegada tarde.

Eso fue bastante efectivo por parte de Jim. Adriam sonrió entre agradecido y confundido. En realidad no es que detestara viajar, es que simplemente no podia permitir que lo enviaran a otro viaje.

       - Jim, fíjate, no tomes esto a mal, ni creas que quiero poner a prueba tu generocidad... pero... simplemente no puedo ir a New Jersey ahora. Y por favor, no me preguntes por qué.


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