Cumpleaños de Rubby

Llevábamos semanas planificando lo que ibamos a hacer. A Clipsia se le ocurrió la idea de irnos a un restaurante donde hubiera algun tipo de show y eso pareció suficientemente bueno para Rubby, Roberto y tambien para mí... no asi para resto de la tropa que se sintió obviamente desplazada. El primer intento por incorporarse fue sugerir que en un restaurante caben muchas personas, de modo que podríamos ir todos... pero a Yisell se le ocurrió otra idea: en lugar de desplazarnos a un restaurantes, pudiéramos traer comida a la casa... ¿Cual casa? ¡La de Armando, obviamente! -- La primera idea nos sirvió de coartada perfecta para armar la fiesta sorpresa. Tanto Roberto como Rubby fueron informados de que ese dia nos iríamos a comer fuera, los citamos a las 7:00 pm.

La idea era llegar aqui temprano, cada uno con un plato diferente, y no precisamente arroz con frijoles y mucho menos arroz chino, sino algo... diferente. Con lo que Yisell no contaba es que en esta epoca moderna en que vivimos, las mujeres no cocinan (ella, menos que menos!), de modo que el tema de la fiesta se vio amenzado el ultimo momento, como en las peliculas de Hollywood.

Pero a fin de cuentas se dio. Clipsia hizo unas pastas con pollo, Yisell y Anthony trajeron una cosa riquísima que pronunciado en ingles suena como alemán, pero traducido al español cobra algun sentido aunque nada tiene que ver con el sabor: "rollos de huevo estilo suroeste". Llaima trajo capuchinos, panetelitas borrachas y jugo de naranja natural, y asi sucesivamente se fueron sumando manjares.

Robero y Rubby llegaron suficientemente tarde, aunque no tanto como Yisell y Anthony, y se llevaron la esperada sorpesa (valga la contradiccion logica).

Notoria esta vez fue la presencia de Amanda y su mamá en digna representación de la familia Tejuca... o sea, esta vez mi tocayo no vino solo. Como notorio tambien fue la presencia de Ramón Alejandro, invitado por Sergio, quien a pesar de su estatura fue absrobido en el bullicio como un amigo más.

Remarcable fue ademas el juego de los refranes, que no voy a explicar aqui porque es muy complicado, pero nos hizo divertir mucho, aunque creo que nos divertimos más discutiendo las reglas del juego de las cuales nadie se acordaba. Hasta una pizarra de acrilico utilizamos en el debate y yo me inventé la teoría de que el refran se compone de dos partes: Sentencia y Consecuencia... sonó tan convincente que hasta yo tuve mis dudas.

Otra cosa notoria fue la abundacia de fotógrafos, tantos que Roberto me tomó una foto a mi tomandole una foto a Sergio que aparece tomándole una foto a LLaima. Se hicieron varias toneladas de fotos pero aqui solo voy a poner unas pocas.

La fiesta terminó temprano para nuestros parámetros. La probre Llaimita se quedó con ganas se continuar la cumbancha y como es ya costumbre, fue la ultima en marcharse. Terminamos ella y yo ensayando lecciones de ritmática de cajón.

Y colorín, colorado, esta fiesta se ha acabado, pero no será la primera ni la última. Felicidades, Rubby, sé que la pasaste de lo mejor, igual que todos nosotros. Que cumplas muchos más y te prometo que la proxima vez.... te vamos a avisar.