Cuando digo "la cede", me refiero obviamente a mi casa... algunos de mis amigos dicen estar cansados de hacer todas las celebraciones en el mismo sitio (sobre todo porque todas las fotos salen iguales), otros no tienen ninguna objecion con seguirlo haciendo... en fin, tal vez cambiemos de escenario para la proxima, pero esta fue en el mismo lugar de siempre... despues de todo, Ollantay es nuevo en nuestro club y nada mejor que darle la bienvenida en estas aguerridas paredes tantas veces fotografiadas.
El bufete fue más o menos el mismo de siempre (igual de rico), solo que esta vez contó tambien con la deliciosa ensalada dulce preparada por Lucrecia, la mamá de Yisell.
Ollantay y Janet le rindieron grandes honores al bufete, ayudando a las "tambochas" a devorarlo.
La autora de la ensalada dulce asistió esta vez... y esto es remarcable, es la primera vez que Lucrecia participa en una de nuestras reuniones... sospecho que no será la única porque la pasó de lo mejor.
Los gatos tambien participaron.
Menos uno, que se comió Llaima mientras todo el mundo estaba entretenido con el bufete.
Ollantay se pasó gran rato en mi computadora... cualquier dirÃa que le gustan las computadoras. Carlos no sale de su asombro.
Ollantay sabe mucho de computadoras en realidad, pero esta vez Yisell le mostró algo que lo dejó boquiabierto.
Y como siempre, todo el mundo terminó alrededor del dichoso aparatico... viendo fotos, sobre todo.
Los dos intelectuales del grupo gastaron largas horas converzando a solas, luego se enredaron en un partido de ajedrez... se me olvidó hacer fotos de esto ultimo.
Llaima y Carlos se animaron a echar un pasillo al compaz de la musica de Albita.-- Carlos es musico, Llaima es bailarina profesional... fue un lindo espectáculo.
Nereida, la mamá de Corujo, tambien se animó a echar su pasillo conmigo y hasta mi mamá entró en el relajito.
Y colorÃn colorado, este cuento se ha acabado.
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