Imagínate que todo tu mundo, tu casa, tu barrio, pais, tu planeta, se reduce a un amplio patio hasta donde alcanza tu vista; limitando esto una pared de vidrio refleja tu imagen fundida con objetos mas allá de tu alcance.
Imagiíate que tu casa en medio de este lugar no tiene puertas ni ventanas, es una roca con agujeros para entrar y salir; afortunadamente puedes volar y entonces amplias tus opciones de traslación, no obstante te sabes de memoria cada rincón de tu mundo, de hecho ya un rincón: un par de plantas -una es artificial- piedras abajo, todas del mismo tamaño y peso; una luz desde arriba se prende y apaga a capricho sin respeto por ciclos naturales y la comida, siempre la misma llueve una o dos veces al día cuando te debes apresurar a atraparla con la boca en competencia con tus compañeros de vida algunos ni siquiera de tu especie…
No sólo tienes que tener agallas para imaginar todo este tedio, tienes que tener aletas, escamas y ojos redondos siempre abiertos por falta de párpados, siempre húmedos porque estas envuelto en agua, siempre alertas porque puedes perecer al menor descuido, imagínate todo esto y entonces ya seras un bonito pez de acuario doméstico.
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