Hogar, dulce hogar, repleto de cosas

Hay algo que los humanos seguimos haciendo desde hace más de seis mil años, concentrándolo todo en un solo lugar, nuestra casa. Apenas me doy cuenta ahora que la gente de New Orelans lo perdió todo; es lo que en ingeniería se conoce como "single point failure" (un solo punto de fallo) - ¿Cómo podemos permitir que nuestra vida penda de un solo hilo?

Mi reflexión tiene también que ver con mi nuevo estilo de vida. Hace nueve meses tenía una casa grande donde cabía cualquier cantidad de banalidades. Ahora vivo en un pequeño apartamento donde no puedo regar demasiado sin que se note. En la mudada me deshice de muchas cosas, entre ellas, un gran buró; en sus gavetas descubrí papeles inservibles que ni yo sabía que estaban allí.

La vida moderna nos brinda la oportunidad de desconcentrar nuestro arsenal de cosas, especialmente porque parte de esas "cosas" son electrónicas: fotos, música, documentos. Podemos usar servicios de "internet storages", o simplemente hacer backups y guardarlos lejos de casa, en una caja de seguridad de un banco, o en casa de un amigo. Pero sobre todo, deberíamos tener menos "cosas"... creo yo. Deberíamos hacer mejor uso de los espacios públicos; ir al cine en lugar de comprar películas, ir a la biblioteca en lugar de comprar libros. Deberían existir más internet cafés y menos computadoras en las casas, mejores transportes públicos y menos automóviles privados.

Tal vez en Europa se viva un poco así, pero aquí en Estados Unidos, la gente quiere tenerlo todo en casa, "home theater", piscina, parque infantil, gimnasio. Pretextan no tener tiempo, pero es porque trabajan largas jornadas para poder tener todas esas cosas... hasta un día que viene un desastre natural y se las lleva todas. Pero no importa, porque el seguro paga... ¡Y a comprar de nuevo!

Tiene sentido, por supuesto, tanto sentido tiene que es así como funciona. Es justamente esa filosofía de consumo la que ha hecho de Estados Unidos el país más industrializado del mundo. Los consumidores mueven la economía, y eso quedó bien claro cuando en la crisis del 2001 escuchamos a políticos y economistas rogándole al pueblo que no parara de consumir.

Pero también existen otras formas de enfrentar el problema de la posesión, por ejemplo, poseyendo menos, rompiendo el ciclo poseer-perder-reposeer; viviendo en una verdadera sociedad donde la gente comparta bienes públicos y no meramente haga circular el dinero para que otra gente (y ellos mismos) se encierren en sus casas sin compartir nada.

Tal vez a nivel global no funcione, tal vez hayan demasiados poderes interesados en que eso no cambie. Pero a nivel personal podemos intentarlo... poseer menos, compartir más, dejar de ser los cavernícolas de tecnología avanzada que en realidad somos. - Ser verdaderamente civilizados, vivir mejor... tal vez sí se puede.