Las maletas están sin deshacer todavÃa y el regocijo sigue bullendo en mi cabeza. España no es todavÃa un recuerdo sino una vivencia viva, pero todo pasará, supongo, a medida que me reintegro rápidamente a mi vida provinciana.
Supongo que encontraré un momento para escribir un extenso reportaje sobre mi viaje (que no fue tan extenso en realidad), pero eso va a demorar algunos dÃas, porque antes tengo un montón de cosas que hacer por aquÃ... y esa es una de las más notables diferencias entre nuestras vidas y la de los españoles: nosotros nunca tenemos tiempo de hacer lo que nos gusta hacer.
En fin, amigos, ya estoy de vuelta y a vuestra entera disposición.