Según he podido ver y leer en los medios de prensa españoles, la nueva Ley Antitabaco, ya en vigor, está enfocada principalmente a sanear el medio ambiente laboral, pero es menos impositiva en centros de recreación como bares y restaurantes.
Después de sufrir doce horas de abstinencia nicotinosa en mi reciente vuelo a España abordo de American Airlines, me causa asombro (y beneplácito) conocer que la Ley Antitabaco española no prohÃbe fumar en los aeropuertos. Tal como vi a mi llegada a España (antes de la Ley), en los aeropuertos se han habilitados zonas donde los fumadores pueden fumar con dignidad, sin molestar a los no fumadores.
La Ley también permite la habilitación de zonas para fumar en bares, restaurantes, cines, teatros, hoteles, centros de atención social y trasporte marÃtimo doméstico e internacional (aunque solo se permite fumar en cubierta). En el caso de bares y restaurantes, estos deben tener una superficie de 100 metros cuadrados o más y el espacio para fumar no debe exceder el 30% del recinto. Se deja a discreción de los dueños el permitir fumar o no, pero en caso afirmativo, deben advertirlo en la publicidad.
Las prohibiciones rigurosas, por la otra parte, aplican a instalaciones sanitarias, educativas y deportivas cerradas, organismos del Estado, centros culturales, museos y puestos de trabajo cerrados entre otros. También se prohÃbe fumar en el interior de medios de transporte público, incluidos taxis y aviones.
La motivación de la Ley parece estar en propósito de incrementar los Ãndices globales de salud, cosa comprensible en un paÃs como España donde existe un seguro medico universal, en contraste con otros paÃses como Estados Unidos. A su vez, la inspiración de la Ley parece estar en la experiencia de otros paÃses europeos (asà como Estados Unidos también) donde leyes similares han conseguido en efecto mejorar estos Ãndices de salud... según se dice.
En mi opinión, la Ley Antitabaco española es conciliadora, si se le compara con leyes similares en otros paÃses como Italia y Estados Unidos. Habrá que seguir la polémica y observar cómo los españoles asimilan el reto de fumar menos, y hacerlo sin molestar a sus congéneres... pero sÃ, la Ley Antitabaco de los españoles sà tuvo en cuenta a los fumadores.