Bajando Icaro

Un hombre clama por salir de Cuba. Pide salir desde su maltrecho cuerpo que es lo único que tiene. No es la poseción de su cuerpo lo que complica el objetivo, desde años los habitantes de la isla hemos querido salirnos del feudo cubano y nos ha molestado enormemente nuestro cuerpo. Me acuerdo cuando fui de visita a Cuba que mi pequeño sobrino en el aereopuerto me preguntó porqué él no podia irse conmigo, le expliqué pero el buscó una solucion apresurada, me dijo que si se metia en la maleta no habría problemas, su contenido y sus deseos estaban conmigo pero estorbaba descomunalmente el continente, aquel pequeño cuerpo no tenía escapatoria ese dia en el aereopuerto.

Hoy el cuerpo de un cubano maltrecho y encorvado quiere que sea su contenido el que vuele, por eso se ha declarado en huelga de hambre, se destroza, se deshidrata, se consume, él quiere que su cerebro navegue como el Corsario de Hierro, quiere sentirse libre en ese mar virtual de la internet, ver lugares recónditos del planeta y el universo quizas usando Google Earth, deambular como Dédalo por los laberintos virtuales, participar en los foros romanos con su café al lado del teclado, comprar tranquilamente en las ágoras virtuales, enviar cartas a su buenos amigos selladas con su anillo y cera, recibir la alegria inmensa de sentir al anunciador de palacio repiqueteando "tienes correo". Pero nada de eso puede hacer hoy Guillermo Fariñas que se pudre en una cama en el centro de Cuba, nada de eso pueden hacer once millones de cubanos que conocen por oidas de los "punto com" y de los "online" pero que en su mayoria nunca han visto con sus propios ojos una conexion en la red, once millones de candiles que no han sentido el soplido de las velas electronicas que hoy surcan el mundo por encima de guerras, carnavales, plagas, bautizos, torturas, libertades.

En mi caso cuando me fui de Cuba llegue a dos lugares, llegue a otro pais pero tambien llegue al mundo maravillosos de la internet. No me hizo falta residencia, ni pasaporte, ni dinero para entrar. Hoy un cubano no quiere que su cuerpo salga del lugar en donde nacio, mas bien su cuerpo cansado de tanta lucha apuesta por su intelecto y le da todas las fuerzas para que los once millones se conecten a la red. Quizas ya Farinas ha comenzado a recibir su primera descarga, quizas de parte de Dios le este bajando esa fuerza para permanecer.

Armando Tejuca. Miami. 2006