Cuarenta y tantos...

Teniendo yo unos quince años de edad y viviendo aún en Cuba, un cuarentón muy allegado a la familia me dijo: "En 1984, Cuba tendrá un desarrollo que asombrará al mundo". - Seguramente aludía a la famosa novela de Orwell, "1984", que escrita en fecha tan lejana como 1945 caricaturiza la represión ideológica de Stalin con tal acierto que todavía en aquella década de los setentas de que les hablo, conseguía asustar a los lectores cubanos... lectura subversiva por supuesto; de hecho no tuve noticias de ese libro sino hasta muchos años después.

Y por supuesto, 1984 llegó, solo que en lugar de asombrar al mundo con el desarrollo de Cuba, sorprendió a los cubanos con "el Mariel", la caída de Polonia, la llegada de la Presetroika y el desmantelamiento del bloque socialista europeo.

Ahora tengo más o menos la misma edad que tenía entonces aquel esperanzado profeta, misma edad de la revolución que me vio nacer en 1960. Y no es difícil imaginar que muchos otros cuarentones, dentro y fuera de Cuba, hayan hecho sus propios recuentos y formulado la ya obligada pregunta: "hasta cuando..."

Nada apunta al desarrollo de Cuba, cuarenta y siete años de desastres es suficiente prueba de incapacidad. Tampoco hay razones para esperar un brote de rebeldía, lo único en que la revolución ha demostrado eficiencia es en su defensa interna; es como un virus que se hace inmune a los antibióticos porque quiere seguir siendo virus. -- No hay esperanzas.

La Historia no cumple leyes, por eso es inútil hacer pronósticos. El tiempo pasa, eso sí... lástima que con su paso, nos vamos poniendo viejos.