Aniversario después del trece

En más de una ocasión he publicado en esta página mis pareceres y consideraciones tomando como punto de referencia el aniversario de mi arribo a Estados Unidos... esta entrada al codiciado suelo norteamericano la hice, a través de la frontera de México, junto a un grupo de músicos, parte de su staff y la entonces manager de la cantante.

Eso fue, un catorce de abril, hace más de una década; en nuestro décimo aniversario, recuerdo, hicimos una celebración adonde desafortunadamente no se reunieron los protagonistas de esa aventura sino que la entonces sede de armandoacosta.com abrió sus puertas a nuevas amistades, esa celebración se aprovechó, dada la proximidad de las fechas, para celebrar el cumpleaños de Rubby a quien había conocido días antes y con quien me casé ese mismo año.

Hoy día, ni siquiera los asistentes a aquel aniversario están a la mano para hacer otra reunión, si de aquellos músicos con quienes vine apenas logro saber de ellos, a estos otros amigos apenas podría relocalizarlos, con sus buenas excepciones, claro.

... y si de localización se trata Rubby y yo estamos también en un inesperado lugar; comenzando el año no nos hubiera pasado por la cabeza que estaríamos para esta fecha en el Valle del Cauca, en tierra colombiana ... recientemente se publicó la noticia de la participación de Rubby en el Festival del Huevo en Yotoco y aquí he venido a reunirme con ella... desde el quince de Abril a la fecha he estado una semana entre ese pequeño pueblo y la ciudad de Buga, estuvimos una semana en Bogotá y también nos hemos quedado en Cali.

Quiero utilizar estas líneas a manera de introducción para una serie de ¨Cartas desde Sur¨ donde podré irles contando mis experiencias en este nuevo mundo donde he retomado el sabor del acento regional (saboreado por algo más de un año en mi paso por Colombia en 1992-93); lugar donde el realismo mágico es cotidiano junto al calor, los pregones, las busetas multicolores y en el caso de nuestro refugio en Yotoco se suma el olor a tierra, la leche pura de vaca, el huevo directo de la gallina, los mosquitos...

Me disculpan si esta vez, en vez de recuentos de aniversario como sugería el título. les deje con esta carta personal; sólo espero que, como ha sucedido con mucho de los materiales de esta webpage, lo auténticamente personal, ya publicado, se convierta en patrimonio de todos esos navegantes de Internet quienes también, lo sé, pueden disfrutar de las anécdotas y experiencias de otros y, por otra parte, debido a mi ahora limitado acceso a la Internet estos materiales servirán de carta abierta a mis amigos de siempre.

Ahí se los dejo.