|
InicioMapa del sitioDescargasColaboradoresEnlacesAutor |
Buscar :
IdeasY encima del sofá... un televisor
¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?
¿Un flat panel sobre mi buró?
¿Y por qué no... "debajo" del buró?
|
Armando Acosta (05-19-2006) ImagÃnate que es medio dÃa de un tranquilo domingo; te preparas un café y te sientas en la sala de tu casa a leerte un buen libro. No has pasado del primer párrafo cuando un desconocido pone su mano sobre la página y te dice: "Te vendo un preservativo". Asà es la Internet de nuestros dÃas; vas a Yahoo a buscar información sobre los visigodos para un trabajo de la escuela, y como auras tiñosas merodeando la información, allà estarán los pop-ups y los flashs a media pantalla, tratando de venderte cuanta porquerÃa esté disponible online. La llamada autopista de la información, antaño espacio para libre y sana colaboración, se ha convertido en una callejuela tercermundista infectada de vendedores ambulantes de la más baja estirpe. A eso lo llamo mercantilismo enfermizo. Una cosa es vender, otra cosas es pretender que yo compre a todas horas del dÃa, esté donde esté, incluso en la privacidad de mi hogar o de mis pensamientos. Asà como hoy en dÃa existen lugares para fumar y lugares para no fumar, deberÃan existir espacios libres de ese humo contaminante que es la publicidad. Yo tengo derecho a visitar la Internet, ver televisión, caminar por una calle, o tomarme un refresco, sin que nadie venga a interferir mi paz con sus inoportunas propuestas de mercado. Estamos enfermos de publicidad, tan enfermos que ni siquiera nos damos cuenta; nos parece normal, pero no lo es. Lo normal es que la gente compre lo que quiera comprar, pero calmadamente, en el momento que la gente elija. Esa publicidad intrusiva de que padecemos hoy, el tele marketing, los pop-ups, el spam, es como un cáncer que está haciendo metástasis... solo que la cura contra el cáncer, aún no se ha inventado. |
|