Hace un tiempo me inscribà en Netflix, un sitio hecho para la renta de pelÃculas vÃa internet. Me pareció una idea ocurrente el echar pelÃculas de mi gusto en una bolsa electrónica para posteriormente recibirlas a trabes del correo regular y enviarlas una vez vistas con la perenne avidez de esperar las otras tres. Hacer mis ciclos de pelÃculas sobre directores o actores favoritos es para mi un placer y sobre todo acceder a miles de filmes de todo el mundo es una posibilidad disfrutadle. Ahora Netflix acaba de lanzar un concurso para obtener ideas y hacer mas novedoso el sistema de que disponen. Al parecer ya no se les ocurre mas nada que este sistema ordenado y lógico de búsqueda, creyeron que era perfecto y se bloquearon por lo que no les quedo otra opción que salir a buscar ideas. El espÃritu conservador del ser humano nos llevarÃa a pensar que si el sistema funciona y es casi perfecto, entonces porque razón habrÃa que innovar en el con nuevos conceptos?. Me causa mucha gracia que entre las ideas que se han dado este la de descargar la pelÃcula directamente en la computadora y de esta al TV, una especie de payperview lo que quiere decir que al final todo confluye, ya va llegando el dÃa en que la computadora y los sistemas de TV se fundan como tanto se predijo hace años, de hecho ya el DVD se trabaja desde la pc con mucha facilidad.
Hace unos dÃas visite mi paÃs Cuba, allá pensé en contar mi experiencia sobre estos asuntos y que sorpresa me lleve al constatar de que por la TV cubana se pasan a diario una enorme cantidad de pelÃculas y documentales norteamericanos sin pagar derechos de exhibición claro está, para ser el paÃs más antinorteamericano de América Latina están bastante adelantados en cuanto a la cultura norteamericana se refiere. Una amiga me confesó que no le interesaba para nada mi manera de obtener pelÃculas en netflix. Su método, según me explicó, consiste en sentarse frente al TV cada noche y esperar la pelÃcula que toca por lo que no tiene que preocuparse en recibir ni devolver pelÃculas y mucho menos de pagar por ello. Eso si es espÃritu conservador, me dije. La libertad de disponer a mi antojo lo que veré y lo que no quiero ver es en estos tiempos mi mayor conquista. Sin embargo otros seres humanos ven como ventaja lo que para mi es un despropósito. Tener que esperar por alguien que piense por mi cual pelÃcula es la mejor para la noche y para colmo una vez dispuesto para verla se apague el paÃs por un apagón imprevisto es patético. Para otros no es mas que un ahorro de dinero y se van a dormir contentos con la pelÃcula a medio ver y el paÃs a medio hacer. Creo que si un dÃa nos quitaron a los cubanos de la isla la posibilidad de viajar, de hacer nuestro trabajo y vender nuestras mercancÃas, de elegir a nuestros jefes, de construir nuestra vivienda entre otras cosas. Nada peor que llevarles hasta sus casas la instrucción y la diversión por tuberÃas.
Pensando en mi viaje reciente a Cuba comencé a ingeniar un sistema para el concurso de renta de pelÃculas de Netflix. Mi idea consiste en hacer una revolución en el sistema. Como toda revolución hay que hacer un cambio brusco en el orden de cosas, por lo tanto desde el primer dÃa el dinero queda abolido. Netflix no pagara mas derechos de autor a los "magnates" de Hollywood y comenzará a enviar vÃa internet pelÃculas hacia los buzones electrónicos de los que decidan participar en el sistema. Para que esto funcione se creará un mecanismo de números aleatorios que decidirá qué filme se envÃa cada noche. Los miembros del club no tendrán que pagar nada, solo prometerán lealtad mediante una carta firmada en la cual se comprometen a no salir del paÃs, a ver la pelÃcula cada noche consumiendo los comerciales que toquen y por supuesto no podrán quejarse ni cambiar el sistema, este será eterno.
Creo que cuando les envié mi propuesta a los ejecutivos de Netflix al menos me tendrán en cuenta pues le encontraran cierto atractivo perverso muy aliado a un poder que siempre seduce.