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He creado este espacio para compartirlo con familiares y amigos, aunque no descarto la posibilidad de que otros visitantes se encuntren a gusto y lo puedan disfrutar tambien...

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Ideas


Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Nostalgia de Mar, Paris y Roberto en Hamburg.

Termino de leer "Café Nostalgia" de Zoe Valdés mientras aterrizaba en la ciudad donde se desarrolla la novela... inspirada en los sinsabores de Mar(el personaje central) y mi paseo de una semana por Hamburg dejado hacía una hora y tanto atrás escribo estas lineas.




Roberto Wong  (10-23-2007)

En pocos minutos aterrizaría en el Charles de Gaul y Andro dejaba su mensaje en el contestador de Marcela finalizando con su sueños de crear “Café Nostalgia” lo cual terminó siendo un conocido aunque efimero rinconcito cubano en la Calle Ocho de Miami donde unos más que otros disfrutamos las añejas imágenes en movimiento del Benny, el Bola y otros, donde Boffil puso a bailar a muchos, donde los músicos de Albita, después del bis en “El Centro Vasco” se pasaban la calle y a descargar... Albita, tan familiar para mi, mencionada tres veces en el “Café Nostalgia” de Zoe Valdés el cual llevé a Hamburgo para alternarlo con las visitas a las heróicas iglesias centenarias supervivientes a dos guerras mundiales y a tanta arquitectura moderna.

Calles de Paris tan familiares para Zoe puestas en boca de Mar, calles de Hamburg tan intrigantes para mi se sucedieron en una semana junto al Elba, entre unas y otras habría de pasar, necesariamente un tunel subacuático de unas cuatro cuadras, refugio de víctimas de los bombardeos hace más de sesenta años.

Una semana para caminar frente al Rathau (ayuntamiento), subir en un elevador por el interior de una aguja gótica chamuscada por el fuego, recorrer interiores barrocos, asistir a un concierto pop en un mercado del siglo XVIII, levantar jarras de un litro de cerveza y para cazar cualquier indicio de cultura “latina” (más bien latinoamericana) como una propaganda con el rostro de Jenniffer Lopez en una céntrica estación de metro, una propaganda de Havana Club a todo lo alto de un edificio, el “Chiquita Fruit Bar” el “Café Paisa”, un grupo de musica boliviana y un solista andino en el fiskmarket y hasta gorras y camisetas con le icónica cara del ché.

Siete dias con temperatura de otoño norte-alemán (léase de diez a dieciseis grados centígrados), más frio la madrugada de camino al aeropuerto (50 euros), una vez entre nubes viaje de una hora y tanto a la ciudad luz donde terminaría de leer esa novela escrita precisamente allí pero inspirada en parte en ese rinconcito adonde arribaría diez horas después, la capital de la emigración cubana.


  • Ms artculos Autobiogrficos


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