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Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Cuentos de ingenieros

La novatada




Armando Acosta  (06-30-2008)

Semanas antes de que Tito llegara al canal, corrieron comentarios de todo tipo entre los ingenieros del grupo: Que si era solitario y de malas pulgas, que si había presentado un título falso porque en realidad nunca llegó a graduarse, que si había aceptado una oferta de salario miserable, que si lo habían expulsado del Canal-41 por ineptitud, cosas así, todas en su contra, ninguna a su favor.

Conjeturas, por supuesto, porque lo único verificable es que lo habían visto entrar en la oficina del Director de Ingeniería para una entrevista, aunque aquellos que le vieron ese día adelantaron algunos datos: que el pobre hombre llevaba un traje heredado de su abuelo y que, del nerviosismo que traía, casi se come la bandeja de caramelos que suele haber en la antesala de la oficina.

Así pasaron una, dos y tres semanas en las que tales comentarios constituyeron la comidilla de cada día. Por fin llegó el momento. El mismo Director acompañó al recién llegado hasta el taller de Ingeniería y lo presentó oficialmente ante el grupo. Fue un momento memorable, no porque sucediera algo en particular, sino por el recital de sonrisas y miradas que se gastaron sus camaradas.

La de Aníbal, un señor de gustos refinados y aire circunspecto, era tan fingidamente neutral que mirarlo daba risa. Por eso Pepe, su asistente, hacía todo lo posible por evitarlo; Pepe no era hombre de sonrisas sino de carcajadas y las soltaba en los momentos menos oportunos, aunque ese día se cuidó de hacerlo, por supuesto.

       -- Tito Menéndez va a trabajar con nosotros a partir de hoy --Anunció el Director--; estoy seguro de que aquí que se va a sentir como en casa pues este colectivo es como una gran familia.

Pepe comenzó a toser en ese mismo instante. Aníbal puso cara de cumpleaños y asintió ligeramente con la cabeza. Flavio, un muchacho de gran talento (tanto para la técnica como para la burla) miró al nuevo integrante como quien dice: "Donde has caído, hijo mío".

Así fue como empezó Tito: con una estela de prejuicios en su contra. El único que no se hizo eco de nada de aquello fue Miguel, de ahí que el primer entrenamiento de Tito fuera en sistemas gráficos como Quick Map Pro, en los que Miguel era el indiscutible especialista.

Las dos primeras semanas de probatoria transcurrieron sin grandes acontecimientos, pero un día Pepe no pudo aguantarse las ganas de cobrar la novatada.

       -- Oye Tito --Le dijo--, hazme un favor, llégate a donde está el operador de video y pregúntale si las barras tienen el grosor correcto, que estoy preocupado con eso.

Tito dejó lo que estaba haciendo y se encaminó hacia el otro lado del edificio, que es donde quedaba la posición del operador de video.

       -- ¿Quien está de operador? --Preguntó Flavio.

       -- Jiménez --Respondió Pepe.

       -- ¿Jiménez? ¡Ay, Dios! Ese le va a responder cualquier disparate.

       -- ¿Tú te imaginas cuando Tito le pregunte por el grosor de las barras? ¡Capaz de que lo mande a la mierda!

       -- Ustedes están subestimando a ese chico --Opinó Aníbal desde su banco de trabajo.

       -- Bueno, el hombre no protestó --Se justificó Pepe--. Se ve que no tiene ni idea de qué son las barras de video.

Flavio comenzó a entusiasmarse con la broma.

       -- Oye, Pepe --Sugirió-- ¿Por qué no llamas a Jiménez y le dices que cuando Tito le pregunte por las barras, le mande a pedir el "barrímetro"?

       -- ¿Cual es la extensión de Operación de Video?

       -- 4280 creo... no sé, búscala en el directorio... ¡O llama a Master Control, ellos la tienen! 4242.

       -- Oye, Master, es Pepe de Ingeniería. ¿Cual es la extensión del Operador de Video?... OK, gracias... 4281.

       -- Bueno, llama.

       -- No, a mi me da pena, llama tú que tienes confianza con Jiménez.

       -- ¿Confianza yo? ¡Si ese tipo es un ácido!

       -- Pero tú fuiste el de la idea ¿no?

       -- Por eso, ya yo puse la idea; ahora tú pones la parte ejecutora.

       -- Señores --Volvió a intervenir Aníbal--, se van a meter en problemas...

       -- Bueno, OK --Resolvió Pepe--, voy a llamar... Oye, Jiménez, te habla Pepe de Ingeniería... ¿Cómo? Si, claro... bueno, avísame cualquier cosa.

       -- ¿Qué? --Preguntó Flavio intrigado.

       -- Dice Jiménez que menos mal que el ingeniero fue para allá porque están teniendo problemas con Quick Map Pro y el programa sale al aire en dos minutos.

Aníbal se levantó de su asiento y Flavio cambió la sonrisa de zorro por una expresión de gato meditabundo.

       -- ¿Tú sabes algo de Quick Map Pro? --Preguntó por fin.

       -- ¿Donde está Miguel? --Preguntó Pepe por respuesta.

       -- Hoy es su día libre.

       -- Voy a llamarlo al móvil.

Aníbal, entre tanto, enrutó la imagen del generador gráfico a su monitor de video. En efecto, las imágenes de los mapas estaban saliendo desfiguradas.

       -- No responde --Informó Pepe.

       -- Yo creo que Miguel iba a pasarse el día en los cayos --Recordó Flavio--. No creo haya llevado el teléfono.

       -- Bueno, señores --Resolvió Aníbal--, hay que hacer algo. Vamos para allá.

No hubo terminado de decir esto cuando Tito se apareció a toda carrera por la puerta del taller. No dijo nada, se dirigió directamente a su ordenador y comenzó a teclear ante la mirada atónita de sus compañeros. Al rato, levantó la vista la pantalla y la dirigió al monitor de video que está en el puesto de Aníbal. Sus compañeros hicieron otro tanto, institivamente, y se sorprendieron al notar que los mapas habían recuperado la apariencia correcta.

Nadie dijo nada, se limitaron a mirar a Tito quien les explicó entonces lo sucedido:

       -- El "log" de la base de datos había crecido demasiado y estaba "crasheando" el proceso de diagnóstico. La base de datos como tal estaba corriendo, pero muy lentamente por esa razón. Lo primero que hice fue leer el "log", claro, pero no vi ningún error porque ¡No se trataba de un error en sí! Pero me llamó la atención que ese mismo "log" se demorara tanto en abrir por lo que sospeché que pudiera estar más grande de lo debido. Y como no había tiempo para mucho más, me arriesgué a borrarlo de una vez y... eso fue lo que salvó la situación.

Todos guardaron silencio por algunos segundos.

       -- Buen trabajo, Tito --Dijo por fin Aníbal--. Gracias.

       -- Bienvenido al Canal --Dijo Flavio y le extendió su mano, seguido de Pepe que no dijo nada pero le regaló dos palmadas en el hombro.

       -- ¡Ah! --Agregó Tito-- No tuve tiempo de preguntarle al operador sobre las barras. Pero no se preocupen... mañana se lo preguntaré sin falta.


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