De no existir You Tube, un personaje como Joe the Plumber hubiera funcionado muy bien en la mente de los electores norteamericanos, pero los tiempos cambian (los tiempos han cambiado ya), asà que echaré a un lado lo novelesco para fijarme en lo verdaderamente interesante: ¿Qué nos propone Obama con su plan de impuestos?
Bueno, en primer lugar no se trata de un incremento de impuestos sino todo lo contrario: un recorte de impuestos para aquellos que ganan menos de 250 mil dólares al año (el 95% de los pequeños empresarios norteamericanos), a costa de cobrarles más a quienes ganan más que eso.
Joe preguta si quedará frustrado el "sueño americano". Por el contrario —el propio Obama se lo explica—: aquellos que ganan menos tendrán más dinero —menos impuestos— y esto les permitirá crecer más rápidamente. Lejos de frustrar sus sueños empresariales, el plan les permitirá alcanzarlos en menor tiempo.
"A nadie le gusta pagar impuestos", comenta Obama a Joe —quien asiente sonriendo—, pero si se quiere beneficiar al 95%, el dinero deberá salir de alguna parte; en este caso saldrá de los bolsillos de los empresarios (5% restante) que ya están saboreando el éxito, de modo que la gran mayorÃa quedará en mejor posición económica para alcanzarlo.
Lo interesante aquà es darse cuenta que ese 95% representa la "clase media" norteamericana. El plan de Obama está pues dirigido a impulsar el crecimiento de nuestra clase media, o dicho en sus propias palabras: "If the economy is good for the folks from the bottom up, then it's going to be good to every body" —Si la economÃa comienza a estar bien para la gente de abajo y de ahà hacia arriba, entonces estará bien para todo el mundo—, lo cual ilustra agregando: "Si tú adquieres un negocio de plomerÃa, vas a estar mejor si tienes una gran cantidad de clientes que pueden pagar por tus servicios".
Personalmente, pienso que el plan de Obama tiene sentido, pero lo más interesante para mà es que más allá de lo fiscal y lo económico este plan conlleva una meta sociológica: rescatar a la clase media. De modo que no se trata de una medida puntual sino de una pieza que engrana muy bien dentro de la estrategia global de Obama. No se trata de quitarles a los ricos para darles a los pobres sino de fortalecer el sector medio, el cual —como suele afirmarse— es el pilar fundamental de la sociedad norteamericana.