Inicio
He creado este espacio para compartirlo con familiares y amigos, aunque no descarto la posibilidad de que otros visitantes se encuntren a gusto y lo puedan disfrutar tambien...

InicioMapa del sitioDescargasColaboradoresEnlacesAutor    
Buscar :

Ideas


Y encima del sofá... un televisor

¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?


¿Un flat panel sobre mi buró?

¿Y por qué no... "debajo" del buró?


Obama y yo




Armando Acosta  (04-18-2009)

Una vez, durante la campaña precidencial de Obama vs. Mc'Cain, comenté delante de algunos amigos: "Lo que más me atrae de Obama es su ideología". Y no me extrañó que sus miradas se torcieran en desaprobación. Después de todo, Obama estaba siendo acusado de poseer una ideología perversa, demasiado torcida hacia la izquierda.

Pero no es cuestión de izquierda o de derecha sino de ideología propiamente dicha, o sea, de una visión perspectiva, de una concepción global de cómo deber funcionar el mundo en el siglo XXI.

Cuatro meses depués de mi comentario, no puedo sino sentir regocijo al ver mi propia ideología reflejada en la política del Estado. La noche del pasado martes 14 de Abril me sorprendió ante mi computadora viendo en You Tube el recién pronunciado discurso de Obama sobre economía en la Universidad de Georgetown.

Obama comenzó explicando las causas de la actual crisis. Recordé aquel otro comentario que hice más de una vez ante mis amigos atónitos: "Esta crisis —apuntaba yo— pone de relieve el mal fundamento de nuestro sistema económico; porque nada ha pasado en realdiad: no hay guerra mundial, ni plaga, ni peste, ni ha caido un meteorito sobre el planeta; la economía ha fallado por cuestiones subjetivas y eso es ridículo...".

"But this recession is different —observa Obama—. This recession was not caused by a normal downturn in the business cycle. It was caused by a perfect storm of irresponsibility and poor decision-making that stretched from Wall Street to Washington to Main Street".

Y traduzco:

"Pero esta recesión es diferente. Esta recesión no fue causada por las naturales bajas en los cilcos de negocios. Fue causada por una perfecta tormenta de irresponsabilidades y tomas de decisiones pobres que se extiendieron desde Wall Street, hasta Washington, hasta Main Street".

Continúa Obama explicando cómo la crisis se originó en el sector inmobiliario. "En el curso de una década" —dice— "la fórmula para comprar una casa cambió: Muchos americanos, en lugar de ahorrar sus centavos para comprar la casa de sus sueños, encontraros que podían pedir un préstamo bancario que, por normas tradicionales, no hubieran podido sostener con sus salarios".

Y eso me recordó inmediatamente mi ostinada repugnancia ante esa expresión tan de moda en Miami: "Una casa es una inversión"... (y no, el hogar de nuestros sueños).

El resultado, todos lo conocemos: la burbuja inmobiliaria. Pero Obama no se contenta con conocer las causas sino que propone cambiar las reglas del juego una vez y para siempre.

"It is time to lay down tough new rules of the road for Wall Street to ensure that we never find ourselves here again. Rules that punish shortcuts and abuse. Rules that tie someone's pay to their actual job performance".

Y traduzco:

"Es tiempo pués de delinear nuevas reglas en las calles de Wall Street para asegurar que nunca volvamos a encontrarnos en esta situación. Reglas que castiguen los atajos y los abusos. Reglas que vinculen el pago de cada cual con el trabajo que realmente realiza".

"... a foundation —agrega más adelante—that will move us from an era of borrow and spend to one where we save and invest; where we consume less at home and send more exports abroad."

Y traduzco:

"Un fundamento que nos moverá de una era de pedir prestado y gastar, a una donde ahorremos e invertamos, donde consumamos menos en casa y enviemos más productos a expotar en ultramar".

Quienes me conocen saben que siempre fui un auténtico consumista y que ya no lo soy. Hace pocos días cancelé una de mis dos tarjetas de crédito... no necesito vivir de préstamos que no puedo pagar. Bienes, tengo los indispensables para vivir con decencia. Lujos, ninguno: sempre he pensado que el valor de un rolex es infundado y, por tanto, ridículo; y que las medicinas, tan necesarias, deberían estar al alcance de todos los bolsillos.

Resumiendo, sí es cuestión de ideología. Y no de "izquierda" o de "derecha" sino de sentir el mundo como debe ser, no como —simplemente— es. Muchos han medido a Obama con el recero de "ismos" deformados por el tanto uso. Yo lo he medido con el racero de mi propio pensamiento y en esa escala quedamos tal a cual.

Referencias

Video (You Tube)

Discurso escrito


  • Más comentarios


  • Imprimir   Enviar a un amigo   
                                                    

    Miami / USAmail@armandoacosta.comInicio