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Tejuca 03-04-2005 (08:49 am)

Se acuerdan de los amigos socialistas? pues aqui les va un resumen de estos anos de "la brutal economia de mercado" Europa del Este se sacude el polvo: Ocho países ex comunistas aparecen en la lista de los más ricos del mundo. Ocho países ex comunistas del Este de Europa acaban de ser clasificados por el Banco Mundial entre los más ricos del mundo. El índice utilizado fue el nivel de su salario medio, por encima de los 850 dólares mensuales. Entre ellos están República Checa, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania y Eslovenia. Eslovenia, además, está considerada como la nación postcomunista de mayor éxito económico y se ha convertido en el primer Estado del antiguo bloque soviético en unirse al exclusivo club de 28 donantes del Banco Mundial, al que sólo pertenecen los países más desarrollados. Los analistas estiman que estos ocho países del antiguo campo socialista, que hace menos de un año ingresaron como miembros plenos a la Unión Europea, serán igualados dentro de un corto tiempo por otras naciones de Europa Oriental, las cuales, pasados los primeros años de transición hacia la economía de mercado, están logrando altas tasas de crecimiento sostenido y pronto podrán igualarse a las economías de punta. Estamos hablando de Bulgaria, Rumania, Croacia y Ucrania. Más rezagadas han quedado las ex repúblicas yugoslavas que sufrieron los efectos devastadores de la guerra de los años noventa (Bosnia Herzegovina, Serbia y Montenegro y Macedonia), y en la cola, las antiguas repúblicas soviéticas, sobre todo Bielorrusia y las situadas en Asia Central. En cuanto a Rusia, los grandes descalabros económicos de los primeros tiempos que siguieron a la desintegración de la URSS y que provocaron grandes sufrimientos a la población, pueden considerarse pertenecientes al pasado. El país alcanzó en 2004, por cuarto año consecutivo, un crecimiento sostenido de más del 7% de su Producto Interno Bruto. Esta bonanza económica, traída por los altos precios del gas y el petróleo, ha llenado las arcas del Kremlin. El presidente Vladimir Putin no ha escatimado en destinar parte de ese dinero a proyectos para mejorar la infraestructura industrial del país, abrir las fuentes de trabajo y eliminar los atrasos en los pagos a los funcionarios públicos, así como destinar fondos para los sectores de asistencia social y de salud. Al influjo del crecimiento también han llegado a Moscú los capitales extranjeros. "Todos sabemos que las oportunidades en Rusia son enormes", estima Arunas Slekys, manager general en Rusia de la Hughes Networks Systems (NHS), y explica: "este es un país de 150 millones de personas, abarca dos continentes y 11 zonas horarias. Si alguna vez hubo un país ideal para invertir, ese es Rusia". La avanzada ex soviética Pero está claro que entre las antiguas repúblicas soviéticas, las más destacadas han sido las repúblicas bálticas. Estonia, Letonia y Lituania demostraron que no solamente fueron de las primeras en separarse de la URSS, sino las primeras en integrarse a Occidente. El milagro se logró por dos vías: un esfuerzo tremendo para alcanzar los parámetros exigidos por la Unión Europea y una política pragmática ejercida en sus relaciones exteriores. Para llegar a la meta utilizaron muchas inventivas. Por ejemplo, el Banco Central de Letonia adoptó desde el inicio una actitud liberal frente a las divisas extranjeras y una política severa en política monetaria local. Esto le permitió conseguir una moneda fuerte, reducir la inflación y crear condiciones para la llegada de capitales extranjeros En general, aunque una de las características de las repúblicas bálticas ha sido la inestabilidad política, esto no ha impedido los avances económicos. Lituania es líder de crecimiento entre los postcomunistas recién ingresados a la UE, con una tasa de casi el 9% en 2004, por tercer año consecutivo. Letonia y Estonia mantienen igualmente un alto ritmo de crecimiento (8% el año pasado) y los expertos afirman que lo más importante ha sido borrar las heridas del pasado, cuando las tres pequeñas repúblicas bálticas (unos 10 millones de habitantes en conjunto) fueron ocupadas en 1940 por las tropas soviéticas, que, sobre la base del Pacto Molotov-Ribbentrop, mantuvieron a sus soldados invasores hasta 1993. Otro país postcomunista que ha progresado de manera rápida y exitosa ha sido Eslovaquia, que junto con la República Checa formó hasta 1993 la Federación Checoslovaca en Centroeuropa. Después de esa fecha, los eslovacos se impusieron drásticas reformas hacia el mercado y una política de austeridad que, si bien hizo bajar en un inicio el nivel de vida de la población, logró mantener un crecimiento sostenido que le permitió dar el salto hasta colocarse en el grupo desarrollado de punta en Europa. Tres experiencias El Banco Mundial clasifica a Eslovaquia como país líder en las reformas de mercado en la región, al lograr reducir su déficit fiscal a sólo el 3,6% del PIB, mucho menos que países ya miembros de la UE. Su capital, Bratislava, es una de las más jóvenes de Europa, y ha reunido hace sólo unos días a los presidentes George Bush y Vladimir Putin, en una cumbre que llenó de orgullo a los eslovacos de hoy. Por su parte, los checos se beneficiaron desde el primer día de la llamada Revolución de Terciopelo, que puso fin a casi 50 años de comunismo en su país. Gracias a una fuerte infraestructura y una tradición industrial, heredada desde mediados del siglo pasado, cuando fueron la quinta potencia industrial europea, llegaron a la economía de mercado como quien llega a casa. Es cierto que los precios de los artículos de consumo han subido varias veces, pero el salario medio de un checo de hoy, más de 800 dólares mensuales, es muy superior al de la época comunista, cuando ganar el equivalente a 100 dólares era un privilegio de pocos. El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) acaba de fijar el crecimiento de la economía checa en más de un 4% para el presente año y achaca la solidez económica del país al éxito de las reformas hacia el mercado realizadas en los años recientes. Polonia, aunque un gigante ex comunista un poco más lento, también logró superar sus propios problemas agrícolas para entrar a la Unión Europea por la puerta ancha. Atrás quedaron los tiempos socialistas, cuando había que apretarse el cinturón haciendo cola frente a las tiendas de comida. Hoy en día, cuando se llega en tren a Polonia, se puede apreciar entre los pasajeros a los ejecutivos con gafas de diseño y trajes cortados en Londres, quienes no paran de hablar por sus teléfonos celulares o leer revistas en inglés sobre la situación internacional. Por la ventanilla pasa vertiginosamente el rico paisaje rural de la Polonia central, todavía dividido en explotaciones minúsculas, pero en plena transformación. De ser su freno principal en la época comunista, el agro polaco se está transformando a ojos vista y se encuentra en pleno apogeo el sector de empresas privadas en expansión. El politólogo Cristian Smolana explica el ambiente que se respira en la Polonia de hoy de la siguiente manera: "Está claro que ahora somos más independientes y más respetados por Europa, ya no sufrimos como en el pasado al vivir entre Rusia y Alemania; ahora son nuestros aliados, y sobre todo, mis hijos vivirán en una Polonia moderna y desarrollada".

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Tejuca 03-03-2005 (10:39 pm)

si sergio esta inflado lo de los 10 pozos, puede ser una exageracion pero ponte a pensar a lo mejor se quedan por debajo, si los iraquies sacan el petroleo con ineficiencia y cohes bombas a lo mejor 20 pozos no llegan a lo que pagamos aqui en MD diario, del tema anterior se salta pa este que es lo mismo pero con una palabra nueva incorporada al espanol, bravo por ti armando, me gusta la creatividad en todos los aspectos, a mi de los chamas me gusta eso precisamente como son capaces de inventar palabras y venimos nosotros y le decimos, no mijito eso no se dice asi...

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