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 Ideas
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¿Realmente merece el televisor ese papel protagónico que solemos darle?
 
 
   ¿Un flat panel sobre mi buró?
¿Y por qué no... "debajo" del buró?
 
 
 | Foro de discusión Mensajes encontrados
 
 
| Sergio De los Reyes  11-03-2003 (02:04 pm)
 | Bravo!!! Bravo!!!! Perra!!!parrisimaaa!!!  jajaja( como decÃan los gays del gran teatro Nacional en la Habana)  Aplausos y aplausos para el último comentario que hizo Naday. Hacia mucho tiempo que no veÃa una actitud tan inteligente y desprejuiciada. Me encantan las reacciones asÃ, sin más, me quito el sombrero ante usted Naday. 
 El tema en realidad se ha ido por los caminos más angostos y triviales, creo que el tema es mucho más grande. No he podido hacer mis incursiones en él por falta de tiempo ( otras tierras me reclaman, no dejo a mis hijos nada material; porque se que el gobierno les dará todo lo necesario) ahora mismo estoy muerto de sueño, del jueves a esta parte solo he dormido 6 horas sumándolas; pero si para mañana perdura el tema , trataré de encaminarlo.
 
 Yo
 
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| Sergio De los Reyes  10-29-2003 (11:30 am)
 | sorry, el tema me interesa de sobre manera, pero ahora no tengo tiempo ni concentracion para debatirlo; solo los dejo con poema mio sobre el tema..... 
 
 
 Por lo menos, la polémica, que he sostenido con vosotros dos me ha valido ya de alguna cosa, Hipias, y es comprender , yo creo, el proverbio popular: las cosas bellas son difÃciles.
 
 --- Sócrates: Diálogos, Platón ---
 
 
 
 Lo difÃcil
 
 Se nos hace urgente Hipias
 esta útil manera de buscar lo exacto,
 el instante preciso en su lugar,
 el momento puntual de colocar las piezas
 como en un ajedrez donde el último error lleva
 al imperio a declinarse, al perder las naves
 en el fuego Persa.
 Me es apremiante desnudar lo bello
 hasta encontrar sus senos, cada minúscula porción
 de su piel. Deseo escudriñar los parajes donde
 esté en sà el control de su esencia, ese concepto Ãntimo
 y diferente en cada mortal que evoluciona en lo justo,
 en su verdad, en la natural metamorfosis de una charca.
 Dime por una vez, tú sabio de Élide y yo ignorante
 de Atenas, tú dueño de piedras y caminos
 y provechos juveniles, donde se esconde la belleza misma.
 Quiero aplacar la voz de la pregunta
 donde el cucharón de higuera protege la vasija de barro;
 debo encontrar la respuesta que este en todos tiempos,
 en cada instante y examen de la forma.
 No quiero escuchar de cuerpos listos para la lucha,
 de caballos fuertes, de vasos, de instrumentos musicales
 y de honores.
 Cual puede ser nuestro final si la belleza se esconde
 y aparece, se enciende y se apaga como revoltosos
 niños que la portan en sus juegos; donde puede estar
 lo apropiado, lo conforme, lo adecuado
 cuando lo bello es difÃcil.
 
 
 
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