Angel Díaz Sosa, quien fuera mi jefe por ocho años en el ICAIC, tuvo este domingo un motivo más para celebrar: el 33 aniversario de su matrimonio con Silvia.

La fiesta comenzó temprano, domingo al fin, pero la gente fue llegando en distintas oleadas. Yo llegué cuando ya estaba oscureciendo y no traje ningún regalo, así que me dio tremenda pena cuando se apareció alguien con una caja inmensa.

El evento que hoy celebran ocurrió el 10 de Diciembre de 1972 en el Palacio de los Matrimonios de La Habana. Se habían conocido tres meses antes a través de Miriam (hermana de Silvia) quien al igual que Angel trabajaba en el ICAIC. Eran 33 años más jóvenes que ahora... y no vamos a precisar edades porque estamos todos muy mayorcitos para andar con esas boberías.

La familia Díaz aumentó en 1974 con el nacimiento de Alexis. Ya para entonces se habían establecido en el costero pueblo de Santa Fe. Un año después vino Alejandro y por último Patricia (1979).

Hacia 1994 el matrimonio sufre la difícil prueba de tener que separarse por tiempo indefinido: Angel emigraba a Estados Unidos con la esperanza (o más bien, la certeza) de traerse al resto de la familia tan pronto como le fuera posible.

Fui testigo de la apresurada carrera que Angel libró contra el tiempo: siete años le tomó traer a Silvia y a sus dos hijos varones. Patricia, la última en nacer, fue también la última en llegar a la nueva casa de sus padres, hecho que orgullosamente recogen estas páginas en el reportaje Welcome Home, Patricia.

Pero bueno, estábamos hablando del Domingo, y mencionamos al principio una "pa-ella" que todos entendieron como "pa-ellos" porque hasta el perro participó.

La paella vino con fortificadas muelas de cangrejo que precisaron el ataque conjunto de Luisito y su compañera para franquear las murallas óseas.

Lo cierto es que la paella estaba que "pa-qué-te-cuento" -- según oí comentar a todos... porque yo no como paella. A mi mamá, que es diabética, le subió el azúcar ese día: se comió dos platos.

Entre los invitados, los hubo de todas las edades:

Niños...

Jóvenes...

Y centenarios... Doña Emérita Ribas, ó Manina como cariñosamente le llaman, es la consentida tía paterna de Angel. El próximo 23 de Junio, cumplirá 100 años de edad.

Finalmente, hubo un pastel (o "cake" como decimos por acá...)

Con una sola velita porque el amor es único...

Ya me iba cuando me decidí a tomar una foto de los dos juntos. Silvia quiso que fuera de manos cogidas: "Nunca nos hemos tomado una foto así", decía, pero Angel rehusaba... y así jugaron frente a mi lente como dos novios adolescentes.

Por fin tomé mi foto... treinta y tres años después. Pero lo más lindo de esta historia es que aún no termina, porque aquí hay Angel y Silvia para otros muchos aniversarios... así que seguiremos reportando.

¡Felicidades!