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Cuenta la tradición que en una mañana de 1628 salieron de Barajagua a la bahÃa de Nipe a buscar sal, dos indÃgenas, de apellido Hoyos y un esclavo negro de diez años de edad. Llegados a este lugar vieron que era imposible recolectar la sal por lo agitado que estaba el mar. Buscaron refugio y al cabo de tres dÃas pudieron embarcarse en una canoa y dirigirse a las salinas de la costa. No hacÃa mucho que navegaban, cuando descubrieron sobre las olas un objeto blanco, que se imaginaron serÃa el cadáver de alguna ave marina. Sin embargo advirtieron con gran sorpresa que el objeto flotante era una imagen de la Virgen MarÃa colocada sobre una tabla. Tomaron la imagen depositándola en la canoa y leyeron en la tabla una inscripción que decÃa: "Yo soy la Virgen de la Caridad". Llevaron la Virgen en la canoa y luego de recoger la sal, volvieron a Barajagua donde ya habÃa llegado la noticia del hallazgo. La imagen fue trasladada al altar mayor de la iglesia parroquial, donde un hombre de fe llamado MarÃas de Olivera ofreció dedicarse a su servicio. El 10 de mayo de 1916, el Papa Benedicto XV, la proclamó Patrona de la isla.
La Virgen de la Caridad ha sido testigo de una gran devoción por parte de los cubanos, como ha sido testigo también de la tragedia familiar provocada por la continua ola de emigración de cubanos hacia los Estados Unidos, a partir de 1959. Una de las vÃctimas de esa tragedia fue la Señora Clipsia Wong (mi madre) quien quedó sola en suelo patrio después que sus dos hijos desertaran en 1992.
Todos los recursos legales para su salida fueron agotados, incluido un visado a Perú que venció por el hostinado empeño del gobierno cubano en no dejarla salir del paÃs. Entonces Clipsia se encomendó a la Virgen de la Caridad.
"Si tú me dejas reunirme con mis hijos de nuevo" - Imploró - "yo te prometo que todos los años te celebraré una fiesta por todo lo alto, no importa cual sea la situación económica en la que yo me encuentre en esos momentos".
El milagro fue concedido... y la promesa, cumplida.
A partir de entonces, todos dÃas siete de Septiembre, Clipsia ofrece una gran fiesta en agradecimiento a la milagrosa Virgen de la Caridad del Cobre. Todos están invitados, a todos se les ofrece la oportunidad de expresar su devoción a la santa patrona de Cuba e implorar por sus propios deseos... Seguramente, como a Clipsia, también les serán concedidos.