Granada
La segunda semana se la dediqué a Granada y a Barcelona. Ya todo un experto en metros y trenes de cercanÃa, me tocarÃa ahora aventurarme en un "tren de largo recorrido", desde la terminal de Atocha en Madrid hasta Granada. El viaje fue largo pero placentero. A diferencia de los otros trenes, este cuenta con un coche-bar donde se puede saciar el apetito y el bebestito. El paisaje es hermoso, al menos para quien lo observa por primera vez. No se permite fumar dentro del tren, pero como el coche iba casi vació y los españoles son como son, nadie se abstuvo hacerlo... yo tampoco.
Granada no me dijo mucho como ciudad, pero la Alhambra me dejó estupefacto con su opulenta belleza. También visité el AlbaicÃn, que es un antiguo e intrincado barrio moro ubicado justo en frente de la Alhambra, separados ambos por un desfiladero. Las calles son estrechas y tan empinadas que terminaron extenuándome, pero sà pude llegar al punto más alto donde hay un mirador con espléndida vista a los palacios reales de la Alhambra.
El último dÃa pensé pasarlo en el hotel viendo televisión, cosa que no hago en Miami, pero en España me servÃa para aprender más del paÃs. Pero antes me di una vuelta por los alrededores del hotel y me tropecé con una sorpresa: el Hospital San Juan de Dios.
Enclavado en un edificio del siglo XVI probablemente, está este hospital que forma parte de una red en todo el paÃs. El nombre hace honor a su fundador, un mártir religioso del siglo XVI, quien dedicó su vida entera a la fundación de este hospital donde, a diferencia de los existentes en su época, a los enfermos mentales se curaba con amor y no con torturas.
La instalación sigue funcionando como hospital hoy en dia... o sea, esto no es un museo ni lo visitan turistas... esto es un auténtico hospital equipado como tal.
Contenido |
Anterior |
Siguiente